La Vanguardia (1ª edición)

El PP teme perder la mayoría del Senado que necesitarí­a para otro 155

Casado plantea una alianza con Cs para sumar más escaños en la Cámara Alta

- CARMEN DEL RIEGO

Una de las promesas más repetidas de Pablo Casado en esta campaña electoral, y desde que fue elegido presidente del PP en julio pasado, es que nada más llegar a la Moncloa aprobará la aplicación de un nuevo artículo 155 en Catalunya más duro y más duradero en el tiempo que el que aprobó Mariano Rajoy. Para eso es básico que el PP, solo o con los partidos con los que espera poder gobernar, cuente con mayoría en el Senado, pero esa mayoría está en el aire y Casado busca fórmulas que le permitan mantener viva esa promesa.

La autorizaci­ón del Senado para que Rajoy aplicara el 155 se aprobó por 214 votos a favor, 47 en contra y una abstención. De hecho, y como el propio Casado recuerda, Rajoy esperó, para ejecutar la intervenci­ón de la Generalita­t, y en los términos que se hizo, a poder sumar a PSOE y Ciudadanos al acuerdo. Era la primera vez que se ponía en marcha este artículo de la Constituci­ón, y el entonces presidente considerab­a necesario que se hiciera con el máximo consenso. Sólo los partidos nacionalis­tas y Unidos Podemos votaron en contra. Pero ahora, en la dirección popular se considera que un segundo 155 no necesita ese consenso, y que si el PP tiene que aplicarlo solo, lo hará.

Sin embargo, hacerlo solo es difícil, porque la división del centrodere­cha fragmenta el voto de este espectro político y es prácticame­nte imposible que el PP repita la mayoría absoluta que tenía: 147 senadores (tres de ellos del PAR, con quien acudió en coalición), de un total de 266 senadores, 208 electos y 58 autonómico­s.

El Senado tiene un sistema de elección distinto del Congreso. La mayoría de las provincias eligen cuatro senadores. Pero no hay un reparto proporcion­al. Las listas están desbloquea­das y los electores pueden votar hasta a tres candidatos de entre todos los que se presentan, pudiendo elegirlos entre varios partidos. Sin embargo, la experienci­a demuestra que los votantes eligen por regla general a los tres candidatos del mismo partido.

Eso hace que de los cuatro senadores que se eligen en cada provincia, los tres primeros vayan a parar al partido que queda primero, mientras que el partido que queda en segundo lugar obtiene sólo el cuarto senador de cada provincia.

Las encuestas coinciden en colocar como partido más votado al PSOE, aunque después pueda o no

formar gobierno mediante pactos. En cambio, el PP, pese a ser segundo y la división del centrodere­cha, mantiene la posibilida­d de poder llegar al gobierno mediante acuerdos con Ciudadanos y con Vox, como ocurrió en Andalucía.

Pero Casado puede encontrars­e en la Moncloa y sin poder aplicar el 155, por no contar con mayoría en el Senado, porque Cs y Vox obtengan muy poca representa­ción.

Esta es la razón de que Pablo Casado haya puesto un interés especial en el Senado. En la junta directiva del PP del 18 de febrero, tres días después de que Pedro Sánchez anunciara las elecciones para el 28-A, el líder popular pidió a los electores de Ciudadanos y de Vox que al Congreso votaran a quien quisieran, pero que al Senado votaran al PP, para conformar los “senadores por el 155”.

La apelación al voto útil es la gran obsesión de Casado, que ha incrementa­do sus llamadas a que no se fragmente el sufragio. Pero ha ido más allá. Hace una semana, el presidente del PP pidió a Ciudadanos y a Vox que no se presentara­n en las provincias pequeñas, las de menos de 6 diputados, donde se pueden perder muchos votos si se divide el centrodere­cha. Los dos partidos rechazaron de inmediato

Arrimadas rechaza la invitación a cerrar ya un acuerdo de “senadores por España y la Constituci­ón”

Si los populares quedan segundos, como dicen las encuestas, no tendrán suficiente­s escaños para su plan

la invitación. Este miércoles, en Barcelona, Casado hizo otra propuesta a Cs para formar “una alianza de senadores por España y la Constituci­ón” para sumar más escaños en el Senado “y hacer cumplir la ley y la Constituci­ón en Catalunya o, al menos, para impedir que cuando gobernemos en España, los socialista­s, los comunistas e independen­tistas no tengan un contrapeso en el Senado”. No hubo más concreción y, según fuentes de la dirección del PP, no ha habido ninguna conversaci­ón entre populares y Cs al respecto.

La propuesta fue rechazada ayer por la número uno de Cs por Barcelona, Inés Arrimadas, que considera que hay que dejar cualquier acuerdo para después de las elecciones: “Tenemos un proyecto propio, vamos a salir a ganar, vamos a ir a por todas y a defender nuestro proyecto. Después, ya se verán los acuerdos a los que se pueda llegar una vez que las elecciones se hayan celebrado”.

Ayer, Casado, volvió sobre lo mismo, aunque no habló de alianzas. Lo que hizo fue pedir que se reflexione sobre si no sería mejor “concentrar el voto, aunar esfuerzos, unir a todos los electores del centrodere­cha, para conseguir que Sánchez deje el Gobierno”.

 ?? PP ?? Pablo Casado, ayer en la reunión del Partido Popular Europeo en Bruselas
PP Pablo Casado, ayer en la reunión del Partido Popular Europeo en Bruselas

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain