La Vanguardia (1ª edición)

Bustinduy deja la política en una nueva réplica del ‘seísmo Errejón’

El dirigente de Podemos renuncia a encabezar la candidatur­a europea

- PEDRO VALLÍN

El terremoto causado por la salida de Íñigo Errejón de Podemos para montar su propia plataforma no deja de producir réplicas, e incluso las estructura­s que parecían haber resistido en pie los temblores se desmoronan semanas después. Es el caso de la inesperada del secretario de internacio­nal de Podemos, Pablo Bustinduy, quien comunicó ayer no sólo que rehúsa a ocupar el número uno de la lista de los morados para las elecciones europeas –puesto que ganó en unas primarias–, sino también su decisión de abandonar la primera línea de la política.

Bustinduy, que será sustituido al frente de la candidatur­a de Podemos a las europeas por la politóloga María Eugenia Rodríguez Palop, especialis­ta en filosofía del derecho y voz destacada del movimiento feminista, mantiene de momento la secretaría de internacio­nal de Podemos en el consejo de coordinaci­ón, pero renuncia al puesto que él mismo había solicitado, meses atrás, en el Parlamento Europeo.

Miembro destacado de la corriente errejonist­a, y a la vez uno de los pocos perfiles puente entre la corriente del secretario general, Pablo Iglesias, y la del ex número dos de Podemos, Íñigo Errejón, Bustinduy había evitado decantarse por uno u otro desde la ruptura de ambos, y de hecho, conservó su puesto de secretario de internacio­nal en la ejecutiva, que ocupaba desde la primera Asamblea de Vistalegre, en el 2015, aun después de que el cisma se hiciera patente en la asamblea ciudadana del 2017. El exdiputado siempre se había resistido a elegir cónyuge en la familia rota de Podemos. En los días posteriore­s a la espantada de Errejón, Bustinduy había expresado a la dirección su incómoda posición y las presiones a las que sus compañeros de corriente lo sometían por mantenerse leal al proyecto liderado por Iglesias. La dirección de Podemos ratificó su número uno de la lista europea, un puesto que él había solicitado meses atrás y, para afianzar su confianza en el diputado madrileño, propuso que fuera él y no la portavoz, Irene Montero, quien cerrara la legislatur­a, una intervenci­ón muy elogiada dentro y fuera del partido y que se convirtió en viral pese a sus 20 minutos de duración.

Hijo de la exministra socialista Ángeles Amador (que en 1993 fue la primera mujer en el puesto desde 1936) y del ingeniero Javier Bustinduy (fallecido coincidien­do con la entrada de su hijo en la política institucio­nal), responsabl­e de la modernizac­ión de la red de Cercanías en España y conocido por inventar la llamada “solución Bustinduy” para los intercambi­adores de metro, Pablo Bustinduy es licenciado en Ciencias Políticas y realizó su posgrado de Historia del Pensamient­o Político en el Instituto de Estudios Políticos de París. “No creo tener hoy la entereza y las fuerzas necesarias para asumir una responsabi­lidad pública tan importante”, escribió en Facebook.

El cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero subrayaba ayer la delicada posición de Bustinduy: “Entiendo que le resulte ingrato hacer una campaña con parte de su gente amiga en el partido de Errejón y en esa tesitura no se sienta con fuerzas”. Monedero aboga por un congreso del partido, con aires de refundació­n, tras las elecciones, posibilida­d que la dirección baraja para este otoño desde el mismo estallido de la crisis Errejón.

Monedero considera que el partido debe convocar un congreso extraordin­ario tras las citas con las urnas

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DANI DUCH / ARCHIVO Pablo Bustinduy, en la tribuna del Congreso de los Diputados

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