Retrato íntimo de Peret
Un documental reivindica al músico como creador de la rumba catalana
El primer contacto que tuvo Paloma Zapata con Pere Pubill Calaf, conocido mundialmente como Peret, fue cuando le dirigió en el videoclip de El muerto vivo con Ojos de Brujo. “Yo era muy joven y él no iba de estrella. Me pareció un hombre muy interesante e intuí que había un personaje ahí”, recuerda la realizadora murciana afincada en Barcelona.
Años más tarde, Santa Salvat, nieta del músico, acudió al estudio de Paloma porque buscaba a alguien que le ayudara a sacar adelante un documental que se centrara en explicar el origen de la rumba catalana y que dejara claro que su abuelo era el creador legítimo de ese género. Y es que poco antes de morir, Peret le había dejado una serie de vídeos en los que demostraba que él era el padre legítimo de esa fusión entre el rock y los ritmos afrocubanos nacida en el corazón del Raval, no Antonio González El Pescaílla como algunos se encargaron de atribuir en una polémica que surgió a raíz de sus nueve años de retiro espiritual, y le dijo que quería que hiciera “algo” con todo ese amplio material. “Era una espina que tenía clavada, algo que me perturbaba”, dice Santa en conversación con La Vanguardia.
Pero Zapata tenía claro que quería ir más allá de la paternidad de la rumba catalana. “Mi intención era profundizar en la personalidad de Peret, un personaje popular del que sin embargo se desconocen muchas cosas. Creí que para entenderlo era importante bucear en su contexto familiar y mostrarlo desde un punto de vista gitano”.
El resultado es Peret, yo soy la rumba, un documental que se estrena este viernes y que indaga desde su infancia en Los Corrales de Mataró hasta su fulgurante éxito con temas como Borriquito o Una lágrima, pasando por su etapa como pastor evangélico o su regreso a los escenarios en 1991 . Y en todo el metraje, la familia está muy presente. “En todo momento queríamos que se supiese quién era él desde la perspectiva más íntima porque nadie conoce más a mi abuelo que su familia”, concluye Santa.