La Vanguardia (1ª edición)

¡Camarero, champán!

El Stade de Reims revive tiempos pasados con una racha de 13 partidos sin conocer la derrota

- XAVIER G. LUQUE EL PASADO

El equipo más en racha de Europa? El Barça. Lleva 16 partidos seguidos sin perder en la Liga. ¿Y el segundo? ¿Juventus, City…? No. El Stade de Reims. Acumula 13 partidos sin perder en su campeonato, por delante de los 10 del Liverpool y el Valencia. El Juventus llegó a 27, pero acaba de sufrir la primera derrota. Las burbujas de la euforia se desbordan en Reims, la patria del champagne, con el Stade clasificad­o quinto (empatado con el Saint Étienne) y rozando las plazas europeas. Toda una gesta para un equipo de pasado ilustre pero que en la actualidad no deja de ser un recién ascendido a Primera.

La historia del Stade de Reims está forzosamen­te marcada por el sensaciona­l bloque de futbolista­s que tuvo en los años cincuenta, cuando llegó a jugar dos finales de la Copa de Europa y otras dos de la Copa Latina. Bajo el amparo del marqués Melchior de Polignac y el champán Pommery&Greno, el fútbol de Reims se unificó en torno al Stade, que lucía entonces un escudo coronado por una botella del reputado vino espumoso. Entre 1946 y 1962 el Stade de Reims con su reconocida camiseta roja con mangas blancas, como el Arsenal, ganó seis veces la Liga francesa y dos la Copa. Y de ahí saltó a las balbuceant­es competicio­nes europeas. También fue suya la base de la selección francesa que compitió a gran nivel en el Mundial de 1958. Con Albert Batteux como entrenador (y selecciona­dor francés en Suecia’58) y con Henri Germain (industrial del ramo del champán) como presidente, el Stade se dedicó a promociona­r jóvenes valores que marcaron una gran época del fútbol francés. Surgieron nombres hoy inolvidabl­es como los de Pierre y Paul Sinibaldi, Raymond Kopa (Balón de Oro 1958), Michel Hidalgo, Jean Vincent, Just Fontaine (máximo goleador del Mundial con 13 tantos, récord vigente), Dominique Colonna, Roger Piantoni…

En 1949 el Stade de Reims debutó en la Copa Latina, pero en las semifinale­s se cruzó con un Barça insuperabl­e: 5-0, en tarde feliz de César, autor de dos goles. En 1953 se proclamó campeón, tras eliminar al Valencia en semifinale­s y batir al Milan (3-0) en la final, con dos goles de Kopa. Pero a partir de ahí sus opciones de éxito en Europa fuepósitos. ron topando una y otra vez con el gran Madrid de Di Stéfano. El Stade de Reims perdió la final de la Copa Latina de 1955 con los blancos (2-0, goles de Rial) y, sobre todo, las finales de la Copa de Europa de 1956 y 1959. En la primera se impuso el Madrid muy apuradamen­te, en la prórroga (4-3) después de ir perdiendo 0-2 y 2-3 en el tiempo reglamenta­rio. En la segunda hubo menos emoción (2-0), en buena parte porque el Madrid ya había incorporad­o a sus filas a la figura de los franceses, Kopa.

La historia del descenso a los infiernos del Stade de Reims no es muy distinta a la de otros clubs que entraron en una espiral de despro- Pese al retorno de Kopa, en 1963 fue destituido Batteux y el equipo de la Champaña bajó a Segunda un año más tarde. Tuvo una recuperaci­ón fugaz en los setenta, con el goleador argentino Carlos Bianchi, pero la acumulació­n de deudas llevó la entidad primero al descenso forzoso a tercera y finalmente, en 1991, a la liquidació­n judicial.

Pese a la intervenci­ón de comerciant­es locales, como un cierto Jean Gaspard, finalmente todo fue vendido, incluidos los históricos trofeos del club (luego recuperado­s por el precio simbólico de un franco). La entidad renació desde la categoría amateur como Stade de Reims Champagne. En 1999 recuperó su denominaci­ón histórica, en el 2012 regresó a la Ligue 1 y, tras un nuevo descenso en el 2016, ha vuelto a la élite en la campaña actual.

Ya no tiene su escudo tradiciona­l con una botella de champán como si fuera la corona real de muchos equipos españoles. Una ley francesa sobre la publicidad de alcohol en el deporte forzó la conversión al emblema actual, mucho más anodino. Pero de sus tiempos de gloria en Francia pervive la denominaci­ón de fútbol-champagne para el estilo de aquel Stade de Reims que exhibía un juego por raso y de toque corto en el que ni siquiera el portero podía abusar del pelotazo.

También se conserva viva en Francia la expresión del córner al estilo Reims, populariza­do por Batteux, cuando en lugar de centrar directamen­te al área mandaba servir el saque de esquina en un pase corto a un compañero.

El Stade de Reims actual es un equipo que apuesta por la cantera. Su entrenador, David Guion, era el director del centro de formación del club. Entre sus perlas destaca Rémi Oudin, un delantero de 22 años que ya lleva 9 goles en la Liga. Y en el ambiente de la Cité des sacres (así conocen en Francia a Reims porque en su grandiosa catedral gótica se coronaban los reyes) se vuelve a vivir la ilusión burbujeant­e del pasado histórico. Que el tapón de las botellas de Pommery, Martel, Mumm, Tattinger o la viuda Clicquot vuelva a saltar con alegría en los ambientes del fútbol europeo es su sueño.

En los 50, el equipo de la Champaña se codeó con el Barça y el Madrid en las competicio­nes europeas

El joven delantero Oudin, con 9 goles en la Ligue 1, uno de los valores de cantera del club de Reims

 ?? FRANCOIS NASCIMBENI / AFP ?? Rémi Oudin ante Coulibaly (Nantes), en la última victoria del Reims en la Liga francesa
FRANCOIS NASCIMBENI / AFP Rémi Oudin ante Coulibaly (Nantes), en la última victoria del Reims en la Liga francesa

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