Nissan plantea una reducción de 500 empleos en la planta de Barcelona
La compañía concreta el ajuste con un plan de prejubilaciones y bajas pactadas
Nissan ha empezado a poner cifras al plan de competitividad de su planta de Barcelona, que podría incluir una reducción de unos 500 empleos, casi un 17% de la plantilla. Según fuentes conocedoras del plan, la intención de la compañía es realizar este ajuste sin despidos traumáticos, mediante un plan de prejubilaciones y bajas voluntarias que se negociarán con el comité de empresa.
Los detalles y la cifra definitiva de bajas se comunicarán oficialmente a los sindicatos el próximo martes, en un encuentro al que asistirá la plana mayor de la multinacional, encabezada por Gianluca de Ficchy, presidente de Nissan Europe, y José Vicente de los Mozos, responsable de fabricación de la alianza Renault-Nissan, junto al consejero director general de Nissan Motor Ibérica, Genís Alonso.
En contrapartida al ajuste laboral, justificado por el bajo volumen de producción de la factoría, Nissan se comprometería a realizar una serie de inversiones que asegurarían la continuidad de este centro productivo.
Una de las más relevantes sería la construcción de una nueva unidad de pintura para sustituir a las actuales instalaciones, que corren el riesgo de tener que cerrar por no cumplir con los requerimientos medioambientales.
Fuentes sindicales se mostraron ayer muy cautelosas ante el plan de la compañía, a la espera de conocer las condiciones del recorte laboral y los plazos de inversión. También expresaron su decepción porque el plan no contempla, al menos de forma inmediata, la asignación de un nuevo producto de gran volumen de fabricación, que asegure a largo plazo la continuidad. En cualquier caso, estas mismas fuentes se mostraron abiertas a la negociación.
Otra de las grandes dudas que tiene el comité es si se mantendrán las condiciones de las prejubilaciones que ya se están llevando a cabo: unas 130 en el último año con el 90% del sueldo asegurado.
La fábrica barcelonesa cuenta en realidad con dos centros de trabajo, en la Zona Franca y en Montcada, aunque para la multinacional es una única unidad productiva, que suma unos 3.000 trabajadores. Su situación actual es alarmante, con un grado de utilización de apenas el 30%, que laboralmente se ha ido aguantando durante los últimos meses gracias a la aplicación de la llamada bolsa de horas, que permite enviar a casa a la plantilla si no hay trabajo. Pero se ha llegado a un punto insostenible para una multinacional que en Europa afronta, además, el problema del Brexit, que amenaza la competitividad de su planta del Reino Unido. Ante esta coyuntura, se ha optado por reducir costes en Europa.
En menos de un año, la planta
La negociación con los sindicatos empieza oficialmente el próximo martes
barcelonesa ha dejado de fabricar tres modelos: el Pulsar, la furgoneta NV200 de motorización diésel y la versión de pasajeros de la misma furgoneta. Casi 100.000 unidades perdidas para una planta con capacidad para superar las 200.000. En la actualidad, la factoría se sustenta en sólo dos productos: la camioneta pick-up que se produce con las marcas Nissan, Renault y Mercedes; y la furgoneta eléctrica NV200, que mantiene un crecimiento superior al 50%, pero que aporta sólo unas 7.000 unidades.
Junto con la reducción de plantilla, la empresa negocia ayudas de la Generalitat, que ya se ha mostrado abierta a apoyar la continuidad industrial de Nissan. El cierre de la factoría ha estado varias veces en la agenda de la multinacional. Una opción que, sin embargo, se ha vuelto a descartar ahora a cambio de una mejora en los costes.
Tal y como avanzó en Ginebra José Vicente de los Mozos, la intención de la empresa es conseguir un pacto antes de la celebración del Salón del Automóvil de Barcelona, el próximo mes de mayo.