La mejora del mercado laboral reduce el número de capitalizaciones del paro
El trabajo como autónomo ha sido durante años una de las principales salidas para afrontar la pérdida del empleo. Una vía que creció con fuerza durante los años de la crisis económica y se mantuvo al inicio de la recuperación. Capitalizar la prestación por desempleo resulta un buen indicador de este trasvase del trabajo asalariado al de por cuenta propia, en parte forzado, y que a menudo aparece maquillado bajo la etiqueta del emprendedor. “El ‘efecto huida’ al régimen de trabajadores autónomos se están parando”, señaló ayer el secretario de protección social y políticas públicas de CC.OO, Carlos Bravo, quien vincula una significativa reducción del pago único de la prestación del paro con la creación sostenida creación de empleo de los últimos años.
Según el informe sobre mercado laboral y protección del desempleo, publicado ayer, en los once primeros meses del año 76.070 parados solicitaron recibir su prestación contributiva en un pago único para iniciar una nueva actividad. Se trata de la cifra más baja desde mediados de la pasada década. En el 2017, la cifra cayó por primera vez en quince años por debajo de las 100.000 tramitaciones de capitalización. El descenso continuó en el 2018, hasta el punto de haberse reducido a la mitad el número de beneficiarios con respecto al rango registrado entre el 2007 y el 2015.
En el 90% de los casos, este cobro único de la prestación sirvió para que el desempleado se estableciera como autónomo. Otro 4% pasó a ser socio de cooperativas; una proporción similar, de sociedades mercantiles, mientras que el 2% se convirtió en socios de sociedades laborales. De media, el importe recibido por trabajador roza los 6.500 euros.
“Cuando apenas había posibilidades de encontrar empleo, los trabajadores expulsados del mercado laboral decidieron probar suerte, pero sin acompañamiento, sin asesoramiento ni formación, para dar pasos básicos como tener un plan de negocio. Era una huida hacia adelante. Ahora se nota que llevamos cinco años creciendo, generando empleo”, explica Bravo. Estos mecanismos, defiende, tienen una tasa de fracaso muy alta. El sindicato critica que se hayan implantado políticas de carácter general para incentivar la ocupación a través del empleo por cuenta propia, como la tarifa plana de cotización. Consideran que pueden suponer una trampa para muchos trabajadores y “maquillan” los registros del paro. Según la Seguridad Social, sólo tres de cada diez beneficiarios de la tarifa plana han seguido cotizando como autónomos más allá del periodo de rebaja de la cuota.