Cultura culinaria
Nuestra cultura culinaria se ha convertido en un lenguaje global. La heterogeneidad de sus sabores, la suprema calidad de la materia prima así como el talento ilimitado de nuestros chefs han hecho de España el mayor museo gastronómico del mundo. La cocina española ha adquirido la notoriedad que merecía desde hacía tiempo. Su excelencia ha estado siempre bajo la sombra de un cocinado de alta calidad, basado en el recetario tradicional propio de madres y abuelas. Precisamente ahora, el arte culinario de vanguardia no tiene cabida sin esa base puramente tradicionalista que permite conservar la esencia casera de los platos pero sin restringir la entrada a la evolución.
La cocina es en sí misma un sentimiento. Un multisentido que despierta en el momento que las elaboraciones la genialidad, y el comensal, el receptor que percibe el alegato creativo de la elaboración.
Hace unos días fui una de las elegidas para formar parte de la mejor experiencia gustativa en Bless Madrid. Un hotel situado en la mítica calle Velázquez cuya decoración y oferta de entretenimiento convertirán este hedonista rincón de la capital en uno de los lugares más in. La ocasión no podría ser más especial: el gran Martín Berasategui nos daba la bienvenida a Etxeko, un novedoso edén culinario en el que el maestro nos conquistó con un menú que homenajeaba sus orígenes y su tierra. La grandeza de Martín reside en su poderosa campechanía. Su llaneza hace de él una persona admirable tanto fuera como dentro de los fogones. Un profesional que quiso enseñarnos con ilusión,