La Vanguardia (1ª edición)

Éxito en zona prémium

Aspic es mucho más que sólo un catering

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piens para establecer una nueva manera de ordenar el conocimien­to sobre el concepto nikkei en toda su amplitud.

Y del todo a la historia más íntima, como la fascinante rutina de elaborar el pan. Anna Bellsolà cuenta en Pan. Baluard, Historias y recetas de un horno emblemátic­o (Roca Editorial) sus propias vivencias y el aprendizaj­e de un mundo al que llegó a través de sus familia. También mira a los orígenes Joan Roca, quien ha cocinado junto a su amigo del alma, Salvador Brugués, los platos de Cocina Madre (Planeta Gastro), un homenaje a la cocina tradiciona­l y a la mujer sabia y generosa que despertó su pasión por los fogones.

En Demisec (Planeta Gastro), el gastrónomo Miquel Brossa sigue su batalla en defensa de la cocina canalla y ahonda en la crítica a los remilgados, los esnobs y los prudentes que renuncian a una cocina sublime para pecadores.

Si en su día no compraron La cocina de los valientes (Ediciones B), no deberían perderse ahora la edición ampliada de un libro indispensa­ble para entender las claves de la cocina contemporá­nea. Un retrato interesant­ísimo con la mirada crítica e inteligent­e de Pau Arenós.

Del ensayo a la novela, género al que se ha lanzado el maestro del mundo dulce Christian Escribà, quin firma junto a Sílvia Tarragó una historia sobre los orígenes del negocio de su familia, a través del que repasa parte de la historia de Barcelona, en la que asoman episodios como las exposicion­es universale­s de 1888 y 1929, la visita de Eva Perón en 1947 o la huelga de tranvías de 1951.

Y del dulce relato a un hermoso y práctico recetario, en este caso el que propone una de las autoras británicas de libros de cocina más apreciadas: Diana Henry. En El arte de comer bien, de la colección Fun & Food de Salamandra, apuesta por lo que denomina comidas “informalme­nte sanas” en las que antepone el sabor a lo saludable, con sentido nutriciona­l y ordenadas siguiendo la estacional­idad.

La versión ampliada de ‘La cocina de los valientes’ para entender las claves de la cocina contemporá­nea

Alguna leyenda urbana señala que en Barcelona los restaurant­es más exitosos son los situados por debajo de la Diagonal, aduciendo que al turismo le cuesta atravesar gastronómi­camente dicha avenida. No obstante, a bien seguro a nuestros lectores les vendrá a la memoria una relación de los innumerabl­es establecim­ientos exitosos ubicados por encima de la avenida Diagonal.

Aspic nació hace 12 años en Sant Just Desvern de la mano de tres profesiona­les con más de 35 años de experienci­a en el sector: Eduardo Casanovas, Carlos Miró y Enrique Roca Humbert. Su objetivo inicial era llevar la mejor versión de la alta cocina a las mesas de los acontecimi­entos y celebracio­nes, tanto en el ámbito empresaria­l como en el familiar. La relación de estos sería interminab­le, pero destacaría­mos que a partir de hoy son el equipo de catering elegido para servir diariament­e a los cientos de comensales que asisten al 67.º Trofeo Conde de Godó que se

celebra en el Real Club de Tenis Barcelona.

En el año 2010 decidieron abrir una tienda gourmet en la avenida Pau Casals, y en el 2013 la ampliaron ofreciendo un servicio de restaurant­e de carta variada y de mercado.

El éxito ha sido importante desde Para picar: la ensaladill­a rusa y las patatas bravas.

Como platillos: las virutas de rubia gallega calentada con soplete en la mesa, el huevo poche con parmentier y el canelón de rabo de buey con crema de parmesano, trufa y cremoso de celeri.

Las alcachofas confitadas con langostino­s y láminas de ibérico, los calamarcit­os con butifarrit­as trufadas y la lubina salvaje con guiso de garbanzos (con sabor a callos) y salicornia. El surtido de quesos, como el brie trufado con miel.

Para salir de un apuro una visita a la tienda gourmet. Platos muy selecciona­dos. Y quesos muy afinados. el primer día, ya que su ubicación en una de las zonas más prémium de la ciudad acompañada de una oferta gastronómi­ca muy sugestiva ha generado un contagioso boca-oreja.

Gonzalo Isla está al frente de la cocina central de Sant Just y Carlos Yáñez cuida de la puesta a punto in situ de cada uno de los platos. El resultado es altamente satisfacto­rio. Aseguran que disfrutan mezclando técnicas vanguardis­tas y cocina tradiciona­l respetando al máximo la excelencia de la materia prima y el sabor de los productos.

Su carta de vinos es muy interesant­e aunque no muy extensa (unas 18 referencia­s), pero se complement­a con la oferta de la amplia bodega de su tienda-gourmet donde puede elegirse entre otras 60 alternativ­as de vinos, corpinnats, cavas y champagnes.

El servicio de sala es altamente profesiona­l. No pretende ser un restaurant­e superestre­llado, sino ofrecer un tipo de comida rápida, agradable y de alta calidad. Lo han conseguido.

 ?? MANÉ ESPINOSA ?? Enrique Roca Humbert (izquierda), Eduard Casanovas (derecha) y al fondo el chef Gonzalo Isla
MANÉ ESPINOSA Enrique Roca Humbert (izquierda), Eduard Casanovas (derecha) y al fondo el chef Gonzalo Isla

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