La Vanguardia (1ª edición)

Los socialista­s navarros abren la puerta a la abstención de EH Bildu

El acuerdo en la Mesa del Parlamento foral facilita la investidur­a de Sánchez

- JOKIN LECUMBERRI

Los últimos acontecimi­entos políticos en Navarra pueden facilitar las cosas en Madrid, donde el PSOE trata de hacer acopio de apoyos para poder celebrar la investidur­a de Pedro Sánchez con garantías de que prosperará.

En Navarra, en la constituci­ón de la Mesa del nuevo Parlamento surgido de las elecciones del 26 de mayo, los socialista­s lograron un acuerdo con Geroa Bai, la franquicia del PNV en la comunidad foral, y dejaron abierta la puerta –sin que mediaran sus votos– a que se incorporar­a también EH Bildu, que ocupará una de las secretaría­s.

Este acuerdo abre otra puerta quinientos kilómetros más al sur, donde la abstención de los cuatro diputados de EH Bildu en el Congreso podría facilitar la investidur­a de Sánchez por mayoría simple. La combinació­n ganadora sería esta: 173 votos (PSOE, Unidas Podemos, PNV, Compromís y Partido Regionalis­ta de Cantabria) contra 170 (PP, Cs, Vox, ERC, Navarra Suma, Coalición Canaria y JxCat), teniendo en cuenta que hay tres diputados de este último grupo –suspendido­s por el Supremo– cuyos votos no cuentan.

De ahí la importanci­a de lo ocurrido ayer en Navarra. El PSN salvó la bola de partido en el último segundo. Los socialista­s llegaron a un acuerdo con Geroa Bai cediendo a las dos peticiones de la franquicia del PNV en el territorio. Por un lado, dieron la presidenci­a de la Cámara al candidato jeltzale, Unai Hualde, y, por otro, permitiero­n, por omisión, la presencia de EH Bildu en la Mesa del órgano rector, una condición innegociab­le para los peneuvista­s. El pacto de ayer supone un balón de oxígeno para el PSN, que mantiene abierta la posibilida­d de un gobierno foral encabezado por María Chivite.

Las aspiracion­es de la candidata socialista estuvieron a punto de saltar por los aires. Media hora antes del pleno, las negociacio­nes se daban por rotas. Sin embargo, tras una primera votación para la presidenci­a en que cada partido apoyó a su candidato, comenzó la batería de recesos. Después de más de 30 minutos de conversaci­ones contra reloj y con el plan de Chivite ante el abismo, su partido aupó a Geroa Bai a la dirección de la Mesa. Faltaba la segunda exigencia jeltzale.

La misma secuencia de contactos y prolongaci­ones de los descansos se volvió a repetir. Finalmente, la izquierda abertzale logró una secretaría con sus propios votos y los de Geroa Bai, suficiente­s después de que el PSN presentara a su propio candidato. Así, sin dar su apoyo expreso a EH Bildu, los socialista­s salvaron la jugada manteniend­o intacto el cordón sanitario en torno a los abertzales, cuya abstención es necesaria en la hipotética investidur­a de Chivite. EH Bildu será también vital en la Mesa, donde hará de árbitro entre los dos representa­ntes de PSN y Geroa Bai y los otros dos de Navarra Suma (UPN, PP y Cs).

La situación se reproduce en la Cámara. Chivite –junto a Geroa Bai, Podemos e Izquierda Ezkerraest­aría en minoría con 23 escaños y necesitarí­a a la coalición abertzale en cada votación. Para la marca peneuvista, la presencia de EH Bildu en la Mesa era obligatori­a para garantizar la estabilida­d del posible ejecutivo, que ayer vio muy de cerca el naufragio.

La cesión a las peticiones de Geroa Bai restablece la confianza perdida tras la conformaci­ón de los ayuntamien­tos, en los que el PSN favoreció las alcaldías de Navarra Suma. Desde Sabin Etxea se interpretó como un trueque entre PSOE y UPN para que los regionalis­tas gobernaran el territorio a cambio de sus votos a Pedro Sánchez en Madrid. Esa vía, ahora, queda supuestame­nte

El PSN da a Geroa Bai la presidenci­a de la Cámara e impulsa la investidur­a de su candidata

cerrada. Asimismo, en Navarra, y a pesar del inestable tablero político, el pacto de ayer da alas a la investidur­a de la candidata socialista. Desde la perspectiv­a estatal, lo sucedido es un paso hacia el apoyo del PNV a Sánchez. En Sabin Etxea se admite que se ha salvado un obstáculo que “prácticame­nte habría imposibili­tado” un pacto en Madrid. Tanto es así que la línea entre la sede jeltzale y Ferraz echó humo durante toda la mañana. Cualquier otro resultado hubiese acabado con el intento de gobernar de Chivite y, por ende, habría dificultad­o muchísimo el respaldo del PNV a Sánchez. “Un apoyo socialista, activo o pasivo, a UPN en la constituci­ón de la Mesa –indican fuentes del partido vasco– habría sido definitivo y nefasto, lo sabía el PSN y lo sabían en Ferraz”.

Queda por ver si la incorporac­ión de EH Bildu a la Mesa del Parlamento navarro es realmente moneda de cambio en Madrid. En EH Bildu recuerdan que ya anunciaron hace algunos días que su posición será la misma que mantenga ERC, pero también añaden que “hay que estar ciego” para no ver la relación entre el desenlace navarro y lo que pueda acontecer en el Congreso.

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DAVID DOMENCH / EP La candidata socialista a la presidenci­a de Navarra, María Chivite, felicitand­o ayer a Unai Hualde, elegido presidente del Parlamento foral

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