Barcelona recupera este viernes 168 nuevos Mossos d’Esquadra
La ciudad de Barcelona, las diez comisarías que los Mossos d’Esquadra tienen repartidas en la capital, recuperarán este lunes 137 nuevos policías, más otros 31 que trabajarán en el subsuelo, destinados a la seguridad y prevención en el metro. La cifra queda muy lejos de las necesidades de una plantilla que año tras año pierde agentes y que lleva ocho sin renovar, pero mucho menos es nada. Los 168 nuevos policías catalanes serán recibidos mañana viernes en un acto organizado en las instalaciones de la Fira de Montjuïc, en el que se les explicará a dónde vienen y lo que mucho que se espera de ellos.
De esta última promoción de 500 policías de la Generalitat, 34 se quedaron en el camino. O bien lo dejaron, o no fueron aprobados por sus instructores. El resto de licenciados, 298 se repartirán en el resto del territorio catalán. Ayer, los nuevos policías juraron el cargo y protagonizaron en el Institut de Seguretat Pública de Mollet el lanzamiento de sus gorras al aire, en presencia de sus familiares y amigos.
El reparto en Barcelona se ha realizado en función de las prioridades y necesidades. La comisaría más beneficiada en números es Ciutat Vella, que se queda casi una cuarentena de los nuevos, a los que les tocará estrenarse patrullando en funciones de seguridad ciudadana. Eixample y Gràcia también se llevarán un buen pellizco.
El acto oficial de bienvenida contará con las intervenciones de los principales mandos de la región policial. Les dirigirá unas primeras palabras el comisario Carles Anfruns, y su número dos, el intendente Ignaci Teixidó. Después asistirán a una charla en la que dos perfiles distintos de mossos tratarán de contarles cómo es su día a día, para que tengan más elementos sobre el trabajo que les espera cuando pisen las calles de Barcelona.
La primera en intervenir será una cabo de la comisaría del Eixample del grupo de furas, los agentes de paisano que se encargan literalmente de patear el distrito en busca de ladrones in fraganti. El segundo cabo que tomará la palabra trabaja en la comisaría de Sant Martí y está destinado a la oficina de relaciones con la comunidad, un servicio que la policía catalana siempre ha potenciado porque entiende la función de estos agentes como los interlocutores que se ganan la confianza y la empatía de los representantes vecinales de los barrios.
El curso de la escuela de Mollet también acabó ayer para los 139 nuevos guardias urbanos de Barcelona, de los 150 que empezaron el curso. En su caso, también se ha realizado un reparto por los distintos distritos y unidades centralizadas de la policía municipal. A las dependencias de Ciutat Vella en la Rambla le tocarán una veintena de nuevos agentes, repartidos entre los tres turnos de mañana, tarde y noche.
La Guardia Urbana también suma esta semana a su plantilla otros 139 agentes recién licenciados