Los usuarios de Port Ginesta se rebelan contra las cuotas
Tras la prórroga de la concesión dictada por la Generalitat, entienden que no deben pagar ningún extra a la empresa gestora
El verano se advierte más caliente que nunca en Port Ginesta fruto de un conflicto entre los usuarios del puerto y la empresa gestora de esta infraestructura pública. Los empresarios que explotan los locales y los amarristas del enclave marítimo critican que los gestores del puerto les están obligando a pagar cuotas extra mediante una adenda en los contratos, después de la prórroga de la concesión dictada por la Generalitat. “La empresa no debe hacer frente a ninguna contraprestación por la prórroga, pero, sin embargo, sí que se la exige a los usuarios”, sintetiza el abogado que asesora a los afectados, Xavier Salas Martín. “Si la concesión se prorroga, esta decisión también afecta a los usuarios”, argumenta el abogado.
“Nos están intentando robar la cartera”, valora el vicepresidente de la Asociación de Usuarios de Port Ginesta, Arturo Oliva. “Nadie se ha negado a pagar el mantenimiento”, matiza. “Muchos clientes se están marchando por el maltrato al que están sometidos. Me están obligando a buscarme otro puerto”, confiesa el responsable de un local. Se han puesto en pie de guerra. Ya han denunciando la situación ante la Generalitat y están dispuestos a llegar a la vía civil. Además, realizaron una manifestación de protesta en el puerto y advierten que “puede no ser la última”. “Somos más de 200 implicados, la empresa no se lo esperaba pero este problema nos ha unido”, cuenta el vicepresidente.
La raíz del conflicto se remonta al 2006, cuando se amplió el puerto. Entonces la Generalitat decidió crear una segunda concesión pese a que el puerto es el mismo. La segunda expira en el año 2036, pero la antigua caducó en mayo. “No puedes acabar con la concesión de tan sólo una parte, lo natural es unificar ambas. Tener dos es una rara avis”, aseguran fuentes del Departament de Sostenibilitat y Territori. Esta era la intención el Govern con la modificación de la ley de Puertos, pero “por los efectos del 155” se retrasó todo el proceso, justifican. “Se reaccionó creando esta prórroga”, agregan estas mismas fuentes. Pero la solución de urgencia ha acabado generando un problema. La ley está en trámite parlamentario y por eso, según la Generalitat, este es un conflicto con “fecha de caducidad” que se puede resolver “durante el mes de julio o en septiembre”, cuando la nueva normativa tire adelante.
Aunque Port Ginesta SA rebajó las polémicas cuotas en un 45%, muchos continúan negándose a pagar. “Port Ginesta se puede llevar entre 2 y 2,5 millones de euros sin invertir”, cuantifica el abogado de los usuarios. Pretenden cobrar estas cuotas durante dos años, que es el límite máximo de la prórroga. Mientras tanto, los usuarios acusan a la empresa de ejercer “coacciones”. “Les quitan las tarjetas de aparcamiento y amenazan de retirar el permiso de instalación de terrazas a los restauradores”, ejemplifica Xavier Salas Martín. “Pedimos a la Generalitat que actúe como autoridad portuaria”, reclama el letrado.
La Vanguardia se puso en contacto con Port Ginesta SA, pero fue
El Govern asegura que el problema se solucionará cuando se tramite la nueva ley de Puertos
imposible concertar una entrevista. Sin embargo, la problemática apareció hace unos días en las páginas de las Cartas de los Lectores y, la respuesta a uno de ellos, la directora, Maribel Sánchez-Cortés, expuso que es “oportuno recordar que la prórroga de la concesión comporta la obligación de la concesionaria de continuar haciendo frente a los costes económicos derivados, así como asumir las inversiones de mantenimiento”. En su respuesta, la directora aseguró que estas obligaciones, lejos de comportar beneficios, “implican enormes retos por el corto periodo de amortización que puede finalizar en cualquier momento” que la concesionaria se ve “obligada a asumir”.