La gran catarsis de Tom Hanks
“Hay más de mí en Woody que en cualquier otro personaje”, dice el actor
Tom Hanks es una superestrella de Hollywood con corazón de niño. A sus 62 años, y con dos premios Oscar consecutivos al mejor actor por Philadelphia (1993) y Forrest Gump (1994), se le ve feliz de volver a prestar su voz en la versión original al bueno de Woody, el vaquero protagonista del clásico de la saga de animación Toy Story en una cuarta entrega que aterriza en las salas españolas este viernes casi 25 años después de la primera cinta dirigida por John Lasseter,que situó a Pixar en la cima del cine de animación. Acompañado del director Josh Cooley y los productores Jonas Rivera y Mark Nielsen, Hanks derrochó simpatía y acaparó toda la atención durante la rueda de prensa celebrada en el hotel Mandarín Oriental de Barcelona para presentar la película. “Nunca me he sentado en unos sofás tan cómodos como en Barcelona”, dijo tan sólo comenzar el acto, con lo que se ganó las risas y la confianza de los asistentes. Fue toda una declaración de intenciones para demostrar que estaba realmente a gusto en su visita a la Ciudad Condal. Su humor contagioso
quedó en evidencia mientras hablaba desplegando toda clase de muecas y gestos divertidos en los que destacó que si aceptó el reto “complicadísimo” de volver a ser Woody es porque el motor de las películas de la famosa franquicia de Disney Pixar “siempre se han caracterizado por un cambio profundo tocando temas que no se toman en broma”. Y en esta ocasión el cambio que experimenta el noble sheriff es realmente transformador.
“Las películas tienen que reflejar la vida, por eso es un milagro que un filme sobre juguetes que adquieren vida muestre esta catarsis”. Así, detalló que en la primera llegó el astronauta Buzz Lightyear y modificó el mundo de Woody; en la segunda debía aprender de dónde venía y en la tercera Andy se va de casa y conoce a la pequeña Bonnie. Nueve años después del éxito fulgurante de Toy Story 3 (2010), la nueva entrega nos sitúa a la pandilla de muñecos que habían pertenecido a Andy en la habitación de la niña.
Pese a pasar a un segundo plano, Woody hará todo lo posible para que Bonnie no pierda jamás la sonrisa y, en ese cometido, se verá envuelto en arriesgadas aventuras y conocerá nuevas amistades junto a sus colegas. Buzz, Jessie, Perdigón o Rex. “Creo que hay más de mí en Woody que en cualquier cosa que he hecho en el cine”, aseguró el intérprete estadounidense, a la vez que recordó que en su infancia tuvo un juguete preferido llamado Major Matt Mason, “un astronauta americano con un aspecto muy realista”. Hanks remarcó el hecho de que su carrera se iniciara en una compañía de teatro clásico, donde hizo dramas y comedias, dos géneros que también trasladó a la gran pantalla: “yo he hecho películas serias y cómicas; y no te tomas más en serio el drama que la comedia, sino que intentas hacerlo bien y que sea real”. Y es que lo que le anima a escoger sus papeles siempre ha sido la autenticidad que desprenda la historia. Para Hanks las películas tienen que tener un propósito, estar a la altura de lo que quieren
El actor derrochó simpatía y fue el centro de atención en la rueda de prensa en el hotel Mandarin Oriental
transmitir y Toy Story 4 lo consigue con creces “porque no es una historia más, ya que no queríamos decepcionar a nadie”.
El actor se refirió a la alianza especial que se crea alrededor de las películas de la franquicia. “Es un trabajo en el que todos confiamos los unos en los otros. Me sorprende lo que se espera de mí cuando voy a grabar y el resultado final porque hay partes de la película que no tienen diálogo y no sabemos qué pasa” .
De hecho, Mark Nielsen dejó constancia de la absoluta implicación, amor y pasión que todos los integrantes del equipo han depositado a lo largo de este tiempo en cada uno de los personajes. “Realmente los amamos”. Por su parte, Cooley, que empezó a trabajar en Disney en el departamento de guión de Cars (2006) y realizó el corto ¿La primera cita de Riley? sobre la joven protagonista de Del Revés, (2015) afirmó que sintió una especie de pánico ante el reto que se le venía encima cuando le hicieron la propuesta de dirigir Toy Story 4. “Sentí mucha presión porque las tres primeras películas fueron todo un fenómeno e intentar hacer una nueva resultó algo así como una locura. pero es que en Pixar estamos todos locos. Lo más fácil hubiera sido no hacer nada, pero realmente ha valido la pena”, admitió con orgullo.
Los productores, sin embargo, no tienen planes para una posible continuación, aunque también se dijo que la tercera parte iba a ser la última. Al respecto, Hanks no pudo evitar concluir que “seguramente un niño que vea la 4 dentro de unos años irá a Pixar y dirá que tiene una historia nueva, y entonces se hará”.