Michel Platini: “Esto duele”
El expresidente de la UEFA reitera su inocencia tras ser interrogado y liberado sin cargos
Michel Platini es por ahora un hombre libre, sin cargos, aunque la adjudicación de la Copa del Mundo de fútbol Qatar 2022 sigue proyectando unas largas sombras a las que la justicia intenta aportar luz.
La antigua estrella del fútbol francés y expresidente de la UEFA, que mañana cumple 64 años, salió visiblemente agotado, en la madrugada de ayer, de las dependencias de la oficina anticorrupción de la policía judicial, en la localidad de Nanterre, al oeste de París. Lo interrogaron durante 15 horas, tratando de averiguar los tejemanejes políticos y la posible corrupción a la hora de decidir no sólo el Mundial de Qatar sino también el de Rusia y la Eurocopa del 2016.
Platini se sintió injustamente tratado y reivindicó su inocencia. Él pensaba que lo habían convocado como un simple testigo y, sin embargo, lo colocaron en garde à vue, una situación jurídica, aplicada a presuntos delincuentes, que implica estar bajo custodia mientras se les somete a un largo interrogatorio. “Esto duele”, admitió el exjugador, en sus primeras declaraciones tras recuperar la libertad, e insistió en que había contestado, “tranquilo”, a todas las preguntas que le hicieron. Su abogado, William Bourdon, abundó en la queja. “Mucho, mucho ruido para nada”, dijo.
La prensa francesa no se ensañó con Platini y sí puso énfasis en la implicación en el caso del expresidente Nicolas Sarkozy y de dos de sus colaboradores cuando estaba en el Elíseo. El diario Libération , en su editorial, destacó, con ironía, que Qatar no inventó la corrupción en las grandes competiciones deportivas, pues es un problema que viene de muy lejos, pero sí aprendió rápido las reglas de juego. “Hoy, entrar en el concierto internacional de los acontecimientos deportivos significa ensuciarse las manos”, constató el periódico.
Con su interrogatorio a Platini y a dos exaltos funcionarios del Elíseo, los investigadores trataban de desentrañar lo que se acordó durante un encuentro secreto, en la sede de la presidencia, el 23 de noviembre del 2010, pocos días antes de la votación que concedió el Mundial a Qatar. En aquel almuerzo estaban presentes Sarkozy y el príncipe heredero qatarí, el jeque Al Zani, hoy emir. Siete meses después, los inversores qataríes compraron el Paris Saint-Germain (PSG).
Según publicó ayer Le Monde, Platini desaconsejó entonces la adquisición del club parisino. Quien sí vio con buenos ojos la operación fue, al parecer, Sarkozy. Un amigo suyo, el empresario Sébastien Bazin, era el representante de los entonces dueños del PSG, el fondo americano Colony Capital. Años después, cuando Sarkozy había abandonado el Elíseo, el exjefe de Estado pasó a ser miembro del Consejo de Administración del grupo hotelero Accor, dirigido por Bazin. En el 2019 Accor acordó un patrocinio del PSG, a razón de 50 millones de euros por temporada.
Sarkozy, que justo ayer fue enviado a juicio por corrupción por otro caso, está protegido por la inmunidad en el tema Qatar 2022. Pero los investigadores tienen aún mucho hilo del que tirar y las revelaciones pueden hacer un daño enorme.
Sarkozy emerge como figura clave en el acuerdo con Qatar y la posterior compra del PSG