Operación Suricata
Un despliegue policial sin precedentes tomó ayer por la tarde las calles del Raval. El objetivo, asestar un golpe casi definitivo al tráfico de heroína en manos de grupos pakistaníes que se habían hecho fuertes en este barrio barcelonés. La operación Suricata pone de manifiesto la necesidad de intensificar la colaboración entre los distintos cuerpos, en este caso los Mossos d’Esquadra, la Policía Nacional y la Guardia Urbana y también la conveniencia de dedicar muchos esfuerzos a la investigación de redes criminales a las que hay que atacar desde el inicio de la cadena que lleva la droga desde los grandes productores y traficantes hasta el consumidor. A partir de ahora habrá que seguir trabajando hasta conseguir el desmantelamiento definitivo de estas organizaciones delictivas y para evitar que, una vez resuelto en el Raval, el problema se traslade a otros barrios de la ciudad o del área metropolitana poniendo en riesgo la seguridad ciudadana y la convivencia.