Un pacto de izquierdas echa al nacionalismo del gobierno canario
El acuerdo, que dará la presidencia al PSOE, priva a Sánchez del apoyo de CC
El pacto “progresista y del cambio” se impuso ayer en Canarias y convertirá al líder de los socialistas isleños, Ángel Víctor Torres, en el nuevo presidente del gobierno regional. El acuerdo desaloja del poder a los nacionalistas de Coalición Canaria (CC) por primera vez en casi tres decenios e implica que sus dos escaños en el Congreso dejan de contar a favor de la investidura de Pedro Sánchez.
La elección de Torres será posible gracias al apoyo de su grupo (25 diputados), Nueva Canarias (5), Podemos (4) y la Agrupación Socialista Gomera (ASG, 3). Las cuatro fuerzas políticas cerraron en Tenerife un acuerdo de gobierno que será firmado y presentado mañana.
El líder de ASG, Casimiro Curbelo, ha sido clave para inclinar la balanza hacia el pacto de izquierdas, que abre una nueva etapa política en el archipiélago canario. El pacto alcanzado manda a la oposición a CC, que llevaba 26 años en el poder.
CC se fundó en 1993 de la unión de las extintas Agrupaciones de Independientes de Canarias (AIC), que entraron en el ejecutivo autonómico en 1991 en un pacto con el PSOE que hizo presidente a Jerónimo Saavedra. A los dos años expulsaron a los socialistas del ejecutivo tras presentar una moción de censura y nació CC donde se ha mantenido durante casi tres décadas. Ahora los nacionalistas pasan por primera vez en su historia a la oposición, y de ahí sus intentos hasta el último minuto de cerrar un acuerdo con el PP y Cs.
El desalojo de CC por un pacto orquestado por el PSOE aleja ahora el apoyo de las dos diputadas nacionalistas canarias a la investidura de Pedro Sánchez. Ana Oramas indicaba hace unos días que lo que ocurriera en Canarias estaba al margen de Madrid. Su única línea roja para apoyar a Sánchez era un acuerdo con Podemos, pero entonces nada preveía el cambio en las islas.
Y si el PSOE se ha asegurado Canarias, el PP ha firmado en las últimas horas acuerdos con Ciudadanos que le garantizan las presidencia de Castilla y León y Murcia. Son acuerdos programáticos y de composición de las mesas de sus parlamentos. Una vez formadas las Cortes de Castilla y León y Castilla-La Mancha, PP y Ciudadanos negociarán la composición de los gobiernos, más fácil en el caso de Castilla y León, ya que el PP no necesita a Vox para alcanzar la mayoría absoluta, mientras que en Murcia la suma de PP y Cs se quedó a un escaño de esa mayoría absoluta. El acuerdo de Castilla y León deja claro que el presidente será el candidato del PP, y el vicepresidente, el de Ciudadanos.
Serán las dos primeras autonomías que caen del lado del PP, con lo que Pablo Casado se garantiza mantener buena parte de su poder territorial. Ya perdió La Rioja, que gobernaba desde 1995, dado que la suma de PSOE y Unidas Podemos dan la mayoría absoluta. Castilla y León es simbólica para el PP, porque ahí José María Aznar empezó la carrera que le llevó a la Moncloa.
El PP y Ciudadanos sellan acuerdos para gobernar en Castilla y León y en Murcia