El mejor trabajo del mundo
alarde de seriedad, venía con la primera versión del guion leído. Y así lo dije cuando di el primer sorbo a mi cóctel margarita, no como mi colega, que chupaba su pajita en silencio, vigilando osos. El director, lejos de interesarse por los elogios a su trabajo que ya desembuchaba mi cortesía bien entrenada, incitó nuestra capacidad crítica. Quiero que me digáis sólo lo que os parece mal, dijo, lo que funciona no hace falta solucionarlo. Cosa que animó a mi colega a abandonar su mutismo para soltar que la primera escena