Cuanto más honestos, más ricos
Los científicos analizan de qué depende el civismo de los ciudadanos
El ranking de honestidad por países muestra que el comportamiento de los ciudadanos se asocia al nivel de riqueza. Sin embargo, los datos no aclaran si la honestidad favorece la riqueza o viceversa. Para comprender mejor las correlaciones, los investigadores han analizado múltiples variables que revelan asociaciones sorprendentes.
Cuanto más lejos del ecuador está un país y cuanto más frío hace, más probable es que los ciudadanos actúen de manera honesta. Los autores de la investigación proponen en Science, como hipótesis, que “las condiciones geográficas y climáticas pudieron influir en las interacciones sociales y la cooperación en sociedades preindustriales,; (...) la confianza y la cooperación pudieron facilitar la transición de sociedades agrícolas a economías de mercado, que se basan en interacciones con miembros externos al grupo”.
La investigación revela que, en los países que han sufrido más enfermedades infecciosas a lo largo de la historia, los ciudadanos tienen menos tendencia a devolver las carteras perdidas. El efecto podría deberse a que “las comunidades de estas regiones tal vez eran menos propensas a interactuar con desconocidos para prevenir infecciones y adoptaron normas colectivas limitadas al grupo más próximo”.
Cuando el uso del pronombre personal es opcional en la lengua materna (como en español, donde tanto se puede decir “leo” como “yo leo”), los ciudadanos tienden a ser menos honestos que cuando es obligado (como en inglés: “I read”). El pronombre personal, escriben los investigadores, “distingue a la persona de su entorno, lo que refuerza valores sobre la autonomía personal y la responsabilidad” que “trabajos anteriores han relacionado con comportamientos morales”.
En las culturas donde las relaciones familiares son más fuertes, se suelen devolver menos las carteras perdidas a desconocidos. De nuevo, el fenómeno se atribuye a que en estas culturas las normas de cooperación priorizan el núcleo familiar y tienden a excluir a desconocidos.
Los países con más años de tradición democrática y con instituciones que limitan los abusos de poder –por ejemplo, mediante la separación entre el poder ejecutivo y el judicial– son los que han registrado tasas de honestidad más alta en la investigación. Dentro de las democracias, se han registrado más comportamientos cívicos en sistemas de representación proporcional donde se buscan consensos y están representadas las minorías que en sistemas de representación directa donde quien gobierna no tiene necesidad de llegar a acuerdos.