Càritas aumenta la atención a personas migrantes
La entidad social vuelve a alertar de la intensificación de la pobreza y del gran escollo que supone el precio de la vivienda
La creciente llegada a Catalunya de personas que huyen de la violencia en sus países de origen ha supuesto que entidades como Càritas focalicen cada vez más su atención en este colectivo. Entre enero y mayo, los migrantes y los ciudadanos que han visto rechazada su petición de asilo ya representaban el 71 % del total de beneficiarios de Càritas Diocesana de Barcelona. En el 2018 eran el 66% y en el 2017, el 45%.
Estos datos coinciden con la tendencia apuntada este martes por la Comissió Catalana d’Ajuda al Refugiat (CCAR) y que indica que durante los cinco primeros meses del 2019 Catalunya recibió 6.059 demandas de protección internacional frente a las 8.034 de todo el 2018. La acción de las bandas criminales de Centroamérica y la situación en Venezuela alientan los éxoun dos. Así, Càritas constata que el 71% de las personas a las que está apoyando este 2019 son de origen no comunitario, principalmente de Marruecos, Honduras. Colombia, Perú, Venezuela y Bolivia. Y un 41% se encuentra en situación administrativa irregular.
La memoria del 2018 que Càritas presentó ayer recuerda que en el conjunto de Catalunya sobreviven unas 100.000 personas sin papeles, dato de la Secretaria d’Igualtat, Migracions i Ciutadania de la Generalitat.
Càritas de Barcelona vuelve a alertar de la intensificación de la pobreza. Empleos extremadamente precarios y viviendas prohibitivas alimentan el círculo vicioso de la miseria. Durante el 2018 prestó apoyó a un 9% más de hogares.
El 59% de las familias que acuden a Càritas residen en pisos sin las mínimas condiciones de dignidad. Y un problema que cada vez preocupa más, el aumento de los ancianos condenados a la soledad.