Sitges 2020 reunirá a expertos para trazar los límites del cine fantástico
El Festival revisará clásicos del género y analizará las nuevas tendencias
so. Eso es bueno para ser actor, pero diferente cuando diriges un país.
¿Qué piensa de sus políticas? Yo soy demócrata, voté por Hillary. Predije que iba a ganar y que Trump no iba a tener ninguna posibilidad, así que puede ver cuánto sé.
Ha escrito sus memorias. ¿Qué dicen de usted que no sepamos? Tendrá que esperar hasta que aparezcan. Pero espero que sean interesantes, divertidas. Toda mi vida he estado en el show business y tengo muchas historias sobre radio, cabaret, televisión, cine, teatro… He sido actor, comediante, guionista, he dirigido ópera en La Scala… Y todo está en mis memorias.
En su filme un personaje se pregunta si los recuerdos son algo que tenemos o algo que hemos perdido. ¿Qué cree?
Creo que el personaje citaba algo que Lou Andreas-Salomé dijo a Nietzsche. Yo siento que los recuerdos son ambas cosas, son paradójicos. Cosas que abrazas en tus recuerdos son muy placenteras y
Otra mujer
“Sea Hemingway o Tolstoi, todo el mundo escribe sobre el sexo y la muerte; todo el rato”
“Sigo estando en contra de la muerte, no creo que sea una buena cosa”
otras las has perdido y deseas poder recobrarlas.
¿Nos engaña y usted no es como el personaje de sus películas, un judío neurótico neoyorquino? En las películas lo exagero de manera tremenda o no sería divertido. En la vida real soy razonablemente normal. Tengo ciertas singularidades que otra gente pensaría que son neuróticas. Pero soy muy de clase media, me levanto por la mañana, hago mi ejercicio en la cinta, escribo y trabajo todo el día. Practico con mi clarinete, tengo una agradable familia, una mujer con la que llevo veinte años, dos niñas preciosas... Soy bastante normal, pero tengo algunas cosas aquí y allá que me enloquecen un poco. Revisar clásicos y analizar las nuevas tendencias y hacia donde camina el género fantástico y/o de terror y/o de ciencia ficción y/o de suspense, superhéroes, fantasía... Este es el primer esbozo de lo que será la próxima edición del Festival de Sitges. “El género fantástico vive un momento de oro, cada vez tiene más espectadores, es el pilar de la innovación y está cada vez más presente en todos los festivales del mundo; que Joker gane en Venecia es una muestra de ello”, mantiene el director del certamen, Àngel Sala. Sitges 2020 comenzará el 8 de octubre, para distanciarlo un poco más del Festival de San Sebastián, y reunirá a expertos del sector para reflexionar sobre “qué es y hacia dónde va el fantástico”, añadió.
La proyección de dos clásicos servirá para analizar, como mínimo, de dónde viene el género. La mítica La noche del cazador, de Charles Laughton y protagonizada por Robert Mitchum, y La máscara del demonio de Mario Bava –que cumplen 65 y 60 años respectivamente– tendrán especial protagonismo en el cartel del próximo año, en el que también se espera “a un director referente del género con el que estamos negociando”, anunció Sala.
Superado el ecuador de esta edición, que culminará el sábado con el anuncio de las películas ganadoras, Sala se mostró satisfecho por las 60.665 entradas vendidas, que se traducen en una recaudación de 653.518 euros, una cifra ligeramente superior a la registrada a estas alturas en el 2017 y ligeramente inferior a la del año pasado, en la que el concierto de John Carpenter animó la venta de entradas. “Son cifras muy positivas porque es un año sin grandes títulos de Hollywood y la gente ha respondido muy bien a las películas más independientes y sobretodo catalanas y españolas; hemos vuelto a un festival de descubrimientos, y varias óperas primas”, dijo Sala. Entre ellas, las cinco producciones españolas que compiten en la sección oficial: Amigo, Cuerdas, El Hoyo, Paradise Hills y Ventajas de viajar en tren .“O producciones como Synchronic o Bacurau, que aunque tuvo un premio en Cannes, son excepcionales, difíciles de ver en el cine y aquí han tenido mucho público y han venido sus directores y equipos a presentarlas”.
El director también normalizó la inclusión de películas –incluso en la apertura del certamen con En la hierba alta– producidas por plataformas como Netflix, “porque tanto Netflix como HBO o Amazon no dejan de ser proveedores de contenidos, no son películas para la televisión, sino que son productos cinematográficos y estamos dando una oportunidad a películas que seguramente no se verán en pantalla grande y que las tenemos aquí. Nosotros las tratamos como a uno más, como a Disney o Paramount, o a una distribuidora independiente”.
“Este año hemos vuelto a un festival de descubrimientos y de óperas primas y el público ha respondido”