La Vanguardia (1ª edición)

“No me gusta que me llamen Dios”, dice Messi

- LA FAMILIA, BÁSICA

rehuir ninguna cuestión. Aclaró que no quiso criticar a la directiva cuando le preguntaro­n por si el club había hecho lo suficiente para traer de vuelta a Neymar. “Realmente no lo sabía porque no estaba en las negociacio­nes. No lo dije por dar un palo a nadie. No es un tema que me concierna. Si bien mucha gente lo piensa, yo no hago los fichajes”. Messi, que dijo entender que “muchos socios” no quisieran al brasileño, aseguró que este se arrepintió pronto de su marcha a París. “Lo vi en el Madrid”, añadió en la entrevista.

Insistió en que el vestuario no tiene el poder que se le atribuye, si bien se desmarcó de las formas y el momento elegido por Piqué para denunciarl­o: “Yo no lo hubiera dicho porque la bola se hizo más grande”. Sí reconoció que desde el club les piden opinión sobre fichajes, como la posibilida­d de recuperar a Neymar o de fichar a Griezmann, pero negó mantener una mala relación con el francés y que no lo quisiera en el equipo (“es mentira”). Cree que Griezmann se “acabará adaptando” aunque considera que “no es fácil jugar en el Barça”. De otro francés como Dembélé y su frase “no sabe hablar” a Mateu Lahoz, se explicó: “Quizá me expresé mal. Era difícil que le hubiera dicho algo porque a Ousmane aún le cuesta armar oraciones, hablar en castellano”.

Exculpó a Valverde, de quien se alegró que siguiera como entrenador, del fracaso europeo contra el Liverpool (“la derrota fue culpa nuestra, como en Roma”) y lamentó “haber dejado escapar muchas oportunida­des de ganar más Champions”. Precisamen­te desde después del partido de Anfield no habla largo y tendido con Bartomeu, aunque asegura no tener “ningún problema” con el presidente. No esconde que su mejor época la vivió con Guardiola, “el mejor entrenador” que ha tenido, seguido de cerca de Luis Enrique. Guarda el mejor recuerdo del 0-2 en el Bernabeu logrado en una semifinal de Champions contra el Madrid. De sus innumerabl­es goles, se queda con el de la final de Roma contra el Manchester United.

Echa de menos a Cristiano en la Liga y poco le preocupa quién de los dos acabe con más Balones de Oro en sus vitrinas. Valora la Creu de Sant Jordi recibida este año y rechaza el apodo de “Dios”. “No me gusta que mis hijos lo escuchen”. Mención especial para Mateo, el mediano, por ser el más travieso y mediático. “Lo estamos cortando un poco porque se nos está yendo de las manos”, dijo con una tímida sonrisa.

El argentino se queda en Barcelona en parte para que sus hijos no sufran una experienci­a como la suya

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain