La OCDE propone un impuesto unificado sobre los gigantes digitales
El gravamen sustituiría a la tasa Google anunciada por el Gobierno español
El proyecto para establecer la llamada tasa Google –un impuesto aplicable a los gigantes digitales–, con carácter global, sigue avanzando y se mantiene el objetivo de que pueda llegarse a un acuerdo político en el 2020. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) presentó ayer en su sede de París una proposición que será llevada a la reunión de ministros de Finanzas del G-20 la próxima semana en Washington.
La “propuesta unificada” de la OCDE trata de conciliar los planteamientos hechos por tres países –Estados Unidos, Gran Bretaña e India– y busca facilitar el consenso. En síntesis, se fija un ámbito de aplicación de la nueva tasa –cuyo porcentaje aún no se cuantifica– para aquellas compañías de gran tamaño que, sin tener presencia física en unos territorios, sí poseen un volumen de negocio considerable.
El secretario general de la OCDE, el mexicano Ángel Gurría, advirtió que “la incapacidad de lograr un acuerdo de aquí al 2020 aumentaría considerablemente el riesgo de que los países tomen medidas unilaterales, lo cual tendría consecuencias negativas para una economía mundial ya frágil”. “No debemos permitir que eso se produzca”, insistió Gurría, quien implícitamente se refería la actitud de Francia, que este año ha impuesto ya una tasa del 3% sobre la facturación en el país de las compañías del entorno digital –como Google, Apple, Facebook y Amazon– cuya cifra de negocios supere los 750 millones de euros a escala mundial.
España también tiene a punto un proyecto muy similar que tiene como objetivo tasar aquellas empresas con un volumen de negocio de más de 3 millones de euros en el país y más de 750 millones de euros a escala global. La idea es cobrar el 3% de los servicios de publicidad online que facturen. Se estima que este tributo permitiría recaudar 1.200 millones de euros. Las elecciones generales han dejado la medida en suspenso, pero el PSOE se ha comprometido a promoverla si logra formar gobierno. Habrá que ver como queda este esquema si la iniciativa de la OCDE prospera.
Los avances hacia la instauración de la tasa Google, que de materializarse será un hito en la fiscalidad del siglo XXI, han sido posibles gracias a una toma de conciencia creciente de los responsables de finanzas de los 134 países susceptibles de aplicarla. Fue muy importante para desbloquear la cuestión el acuerdo de principio alcanzado por los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, y de Estados Unidos, Donald Trump, en la cumbre del G-7 que tuvo lugar a finales de agosto en Biarritz, en el País Vasco francés. A partir de ahí se formó una task force, un grupo de trabajo franco-estadounidense, con el apoyo técnico de la OCDE, y un seguimiento muy de cerca del ministro galo de Finan
Son 134 los países dispuestos a hacer tributar a los gigantes de la economía digital
Hasta ahora Francia y España se fijaban en la facturación, la OCDE incluye los beneficios
de carbono de todos sus vuelos domésticos a partir del 2020. Una medida similar que anunció la semana pasada el grupo Air France.
“No creemos que a medio plazo haya una alternativa clara al queroseno como combustible de aviación, por eso tenemos que empezar a pensar soluciones que limiten o compensen las emisiones”, aseguró el directivo en un encuentro con los medios en el aeropuerto de Heathrow, en Londres. Para compensar las emisiones del mercado doméstico de BA, que opera unos 75 vuelos diarios, el grupo se compromete a “invertir en proyectos verificados de reducción de carbono equivalentes a las emisiones generadas dentro del Reino Unido,