España condiciona sus Patriot en Turquía
Noruega y Finlandia ya han vetado la venta de armas a Turquía. Y ahora es España quien, tras borrar un tuit en su cuenta de la OTAN que se interpretó como un apoyo a la ofensiva, condiciona su cooperación militar con Ankara. La ministra de Defensa, Margarita Robles, dejaba ayer en manos de la OTAN la continuidad de la batería española de Patriots en Turquía, más allá del compromiso hasta final de año. Al pronunciamiento unánime de los Veintiocho contra la ofensiva, se unían ministros de todo el Mediterráneo, ayer en Barcelona. Hasta Irán e Israel coinciden. Aunque sólo el final de la guerra pueda parar la hemorragia. El experto de EE.UU. Joshua Landis lleva un año instando a su país a asumir que la guerra la han ganado Damasco, Moscú y Teherán y que perpetuarla por despecho –para contentar a Riad y Tel-Aviv, manteniendo a Siria dividida y pobre y a Damasco sin ruta de acceso a Bagdad y Teherán– es indigno. La luz ámbar de Washington al ataque turco es también una andanada contra el Comité Constitucional de Siria salido de Astaná y saludado hace diez días por el enviado especial de la ONU. Mientras, el exministro de Exteriores de Alemania, Sigmar Gabriel, se sincera en Bild: “El error empezó con Obama. Deberían haber sabido que Turquía nunca iba a permitir un Estado del PKK junto a su frontera”.