El Parlamento Europeo se venga de Macron vetando a su comisaria
Rechazan a Goulard por las investigaciones judiciales que tiene abiertas
Cuentan que la venganza es un plato que se sirve frío, pero esta vez el Parlamento Europeo, y más en concreto el grupo popular, no ha tardado demasiado en devolver el golpe al presidente francés, Emmanuel Macron. Lo han hecho vetando a su candidata a comisaria, la profesionalmente respetada Sylvie Goulard, pero que junto a sus capacidades también llegaba con dudas sobre su honorabilidad, que son las que han acabado decantando la balanza.
Después de dos audiencias parlamentarias, un total de 4 horas y media de interrogatorio, y de 60 páginas de respuestas adicionales por escrito, el resultado fue contundente. La candidata fue rechazada por 29 votos a favor y 82 en contra, en lo que supone un duro golpe para Macron, ya que Goulard no era sólo su candidata sino su gran patrocinada. También es un problema grave para la futura presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que ve como el Parlamento le ha rechazado tres de los 26 nombres propuestos para formar parte de su equipo, y como ya peligra el plazo fijado para el 23 de octubre, día en el que se deberá votar en el pleno del Parlamento Europeo la nueva comisión al completo.
Goulard ha caído por dos razones. Por un lado, las dudas que levantan las dos investigaciones que tiene abiertas por el caso de los empleos ficticios en el Parlamento Europeo; y por otro, la animadversión que genera el presidente francés entre los eurodiputados en general, y muy en concreto entre los populares. No olvidan que fue Macron quien mató a los Spitzenkandidaten y con ello, dejó en la cuneta las opciones de su presidente, Manfred Weber, para convertirse en el nuevo responsable de la Comisión Europea. Ahora, Weber y su grupo han tomado cumplida venganza.
De todas maneras, si el rechazo de Goulard ha sido posible es porque ella arrastraba sus propios problemas. El principal son las investigaciones que tienen abiertas la justicia francesa y Europol por los sueldos que pagó a un asistente en el Parlamento Europeo cuando ya no realizaba estas funciones. Durante las audiencias parlamentarias, se le pidió que asumiera el compromiso de dimitir si resultaba imputada, y ella lo redujo a una consulta con la presidenta Von der Leyen si llegaba el caso. Por otro lado, también la han dañado los ingresos que recibió del Instituto Brerggruen, un think-tank norteamericano, mientras era eurodiputada. Adujo que eran ingresos legales y declarados, y es cierto, pero desde el punto de vista ético, no gustaron estos sobresueldos.
Estas son sus faltas, pero también ha pagado las facturas de su presidente, quién, al conocer la noticia, la consideró una jugada política. “Sylvie Goulard ha sido objeto de un juego político que afecta al conjunto de la Comisión Europea”, se decía en un comunicado de su oficina, y poco después, el mismo Macron declaraba que “necesito entender lo que estaba en juego. Resentimiento. Mezquindad tal vez. Pero necesito entenderlo”. Además, Macron dio la versión de que, consciente de las dificultades potenciales de Goulard, lo había hablado con Von der Leyen, y que ésta había consultado a los grupos parlamentarios. Versión negada rotundamente tanto por los populares como los socialistas.
Ahora, Macron tiene que buscar a otro candidato/a y además, intentar conservar la jugosa cartera que iba destinada a Goulard, un Mercado Interior reforzado con la nueva dirección general de Industria de la Defensa.
Vistas las bajas en su equipo inicial, han caído la francesa Goulard, de largo la de más impacto, pero también la rumana Plumb y el húngaro Trocsanyi, Von der Leyen se reunió ayer con el presidente del Parlamento, y con los responsables de los tres grandes grupos, populares, socialistas y liberales. Los tres con un comisario de su familia política vetado. Von der Leyen pide que “no se pierda de vista el desafío principal, que los cinco próximos años serán decisivos, ….y que debemos organizar ahora sin tardanza la continuación del proceso”. Una llamada a acelerar la propuesta de los nuevos nombres y su proceso de escrutinio para respetar los plazos y que la nueva comisión pueda entrar en acción el 1 de noviembre.
Los populares han sido los más agresivos para derribar a la francesa, que iba a ocupar una importante cartera