“Johnson no logrará un acuerdo porque no está dando garantías”
Marco Aguiriano, secretario de Estado para la Unión Europea
Existen “planes de contingencia, de la Unión Europea y del Gobierno de España para paliar las consecuencias de un Brexit duro y sus efectos colaterales”, comenta Marco Aguiriano, secretario de Estado para la UE, de visita ayer en Barcelona invitado por Foment del Treball precisamente para hablar a los empresarios, en estos días de vértigo que parecen precipitarse hacia un Brexit duro, de dichos planes, “aunque –señala– hay cosas que no podemos saber con exactitud, como cuánto bajará la cotización de la libra esterlina y sus efectos”. Es difícil ser más europeo que Marco Aguiriano: nació, en 1963, y estudió en Bruselas y lleva 32 años vinculado de un modo u otro a las instituciones comunitarias, en particular a la Eurocámara, de la que fue diputado por el PSOE. Otra de las cuestiones de las que se ha estado ocupando Aguiriano en reuniones con los británicos es las garantías para los españoles en el Reino Unido y los británicos en España. Para ello, existen otras medidas de contingencia, recogidas en un real decreto aprobado en marzo.
¿Habrá reciprocidad por parte del Reino Unido para proteger a los residentes españoles?
El primer ministro Boris Johnson garantizó la reciprocidad al presidente del Gobierno en funciones durante la cumbre del G7 en Biarritz, se lo reiteró cuando coincidieron en la Asamblea de la ONU. Lo tienen previsto y lo están haciendo. Tienen registrados unos 365.000 residentes en España, de hecho 800.000 porque medio millón pasa buena parte del año aquí pero hasta ahora no necesitaban inscribirse al tener acceso a la sanidad, etcétera. Los que decidan inscribirse de esos 500.000 aumentarán la cifra. Nuestro real decreto prevé que si a los dos meses el Consejo de Ministros considera que no hay reciprocidad tomará las medidas oportunas para ajustar lo que se concederá o no a los británicos en España. Si hace falta que sea un instrumento de presión política, habrá que utilizarlo. El interés del Gobierno británico es garantizar los derechos de sus conciudadanos y el único camino para hacerlo aquí es garantizar los derechos de los españoles allí. En las reuniones técnicas que hemos tenido hemos constatado que están avanzando, y mucho.
¿Nadie pierde derechos?
No. Está previsto incluso en caso de Brexit duro. Pero estaba más que consolidado si el Reino Unido hubiera aceptado el Acuerdo de Retirada negociado y firmado por ellos y por los 27 estados de la UE. Lo digo porque su gobierno ahora dice que hay que hacer esto y lo otro y que hay urgencia… No, no. Den el visto bueno a lo que firmaron y luego tenemos 21 meses por lo menos para hablar de todo lo demás. Ese nacionalismo de campanario al que volvió el Reino Unido ha llegado a una situación en la que Escocia quiere la independencia porque votó en contra del Brexit; Gales, que votó a favor, se está preguntando por qué lo hizo; Irlanda está volviendo a hablar de reunificación de la isla y estamos volviendo a ver a los cachorros del IRA diciendo aquí seguimos y tenemos potencia de fuego; los gibraltareños, que votaron en un 95% en contra del Brexit, están preocupadísimos por lo que pueda ocurrir… En el referéndum hay una mayoría a favor del Brexit que es incoherente en sí; que votó por nostalgia del imperio británico, otros porque creen que se van a convertir en el Singapur europeo, otros porque decían que había una invasión de extranjeros... Eso conformó una mayoría a favor del Brexit incoherente, causada por la falta de campaña a favor de la permanencia en Europa por quienes nunca creyeron encontrarse con este resultado.
¿En qué va a acabar esto?
Yo creo que el señor Johnson no va a conseguir un acuerdo porque no puede con lo que está proponiendo, porque no está dando garantías jurídicas suficientes. Hay una ley votada por Westminster que le obliga a pedir una prórroga y él mismo ha dicho que mejor muerto en una cuneta. Sabemos que está buscando una disposición constitucional que podría intentar utilizar para recurrir contra la ley que le obliga a pedir una prórroga. Y mientras se juzga ese recurso llegamos al 31 de octubre sin sentencia y por tanto, salida por las bravas. Está buscando cualquier manera de no prorrogar. Mi pronóstico es si no lo consigue, la única manera de no aplicar la ley es dimitir y provocar elecciones. Lo que quiere es ganar las elecciones con una mayoría mucho mejor que la que no tiene ahora mismo en Westminster. Intenta poner a su opinión pública en disposición de creer que ha hecho todo lo posible para llegar a un acuerdo pero esos burócratas tan malos que se reúnen en Bruselas le han dicho que no, por lo que es culpa de la UE. También, lo que quiere decir es que su Parlamento le ha impedido cumplir con la voluntad del pueblo. Así que quiere que la ciudadanía le dé la mayoría suficiente para construir un Reino Unido fuera de la UE con los objetivos que ya veremos...
¿Cómo se resuelve la cuestión de los aranceles de EE.UU. a los productos agrícolas españoles, de forma bilateral o mediante la UE? Ambas cosas. La política comercial de la UE es una competencia exclusiva y la UE tiene que defender a todos y cada uno de sus miembros. Pero hay un espacio de diálogo hasta el 18 de octubre, un resquicio para la negociación. La UE tiene instrumentos suficientes para tomar represalias, pero de lo que se trata es de no tener que hacerlo.
“Si no hay reciprocidad hacia los españoles en el Reino Unido se ajustará lo que se les conceda”
“Se habla de reunificar Irlanda, y Escocia, que se opuso al Brexit, desea la independencia”
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