El impuesto del CO2 gravará a 3,6 millones de vehículos
Fijadas las emisiones a los coches más viejos, el tributo ve despejado el camino
Los detalles de la aplicación del impuesto a las emisiones de CO2 de los vehículos ya están ultimados. Obstáculos políticos, jurídicos y técnicos habían retrasado la implantación del gravamen, que ya estaba recogido en la ley de Cambio Climático, aprobada en el 2017. Una vez superados los escollos que han acompañado este tributo, el camino queda despejado. En total, 3,6 millones de vehículos deberán pagar el tributo, que empezará a cobrarse el próximo año, aunque los recibos tendrán como fecha el 31 de diciembre del 2019.
La letra menuda del nuevo impuesto queda recogida en un anteproyecto de ley elaborado por el departamento de la Vicepresidència i d’Economia i Hisenda que será aprobado en breve por el Govern. El documento incorpora algunas modificaciones a la ley de Cambio Climático, para dar más consistencia a la nueva tributación y resolver algunas carencias e imprecisiones legales que complicaban su aplicación.
El impuesto gravará los vehículos en función de sus emisiones a la atmósfera, de manera que penaliza a aquellos que arrojan más CO2 y, que, por lo tanto, contribuyen más al calentamiento. Los que arrojen menos de 120 gramos de CO2 por kilómetro estarán exentos de este pago en el año 2019, y a partir del 2020 pagarán el tributo al rebasar el listón de los 95 g/ CO2 /km. El sentido último es promover una flota más limpia dando señales ecológicas al mercado.
Turismos y furgonetas tributarán en el 2019 (aunque el recibo se pasará al cobro en el 2020) mientras que las motos se incorporarán en el 2020 y lo pagarán en el 2021. En cambio, no tributarán los camiones, aunque el Govern no descarta que puedan hacerlo en un futuro.
La modificación de la ley nace sobre todo de la necesidad de fijar el impuesto a los coches más antiguos, que carecen de información sobre sus emisiones. La Generalitat se encontró con que gran parte de parque de vehículos no tiene la cifra del volumen de emisiones en la ficha técnica de los vehículos.
Por eso, “hemos hecho estudios para obtener una fórmula que permite determinar las emisiones de esos vehículos para los que no teníamos datos de emisiones”, explica Marta Espasa, secretaria d’Hisenda del Govern. Se han considerado diversos parámetros (carburante, potencia, cilindrada, masa, antigüedad …), en todo lo cual ha colaborado el Barcelona Supercomputing Center. La lectura estimada de emisiones afecta a entre un 40% y 50% de total de vehículos.
La intención inicial del Govern era aplicar el impuesto en el año 2018, pero las sucesivas demoras han hecho que en la práctica se tenga que retrasar formalmente hasta el año 2019.
El nuevo impuesto será de una periodicidad anual y tendrá como primera fecha de aplicación el año 2019 (el recibo llevará como fecha el 31 de diciembre de cada año). “Este será el impuesto propio más importante de la Generalitat atendiendo al número de contribuyentes; en total, casi tres millones”, señala la secretaria d’Hisenda. Será un impuesto muy parecido al de otros tri