La Vanguardia (1ª edición)

Felipe y Guillermo se alían por Rembrandt y Velázquez

Los monarcas inauguran una exposición en el Rijksmuseu­m

- CARMEN MONTÓN Amsterdam. Servicio especial

Felipe de Borbón y Guillermo de Orange inauguraro­n ayer en Amsterdam la exposición RembrandtV­elázquez. Maestros españoles y holandeses, que ya se vio museo del Prado, aunque con un enfoque diferente. Antes de acudir al Rijksmuseu­m, el monarca holandés recibió a su homólogo español en el palacio de Huis ten Bosch, en La Haya, donde almorzaron juntos.

Guillermo recibió a Felipe al pie de la escalerill­a de la residencia a la que se mudó hace unos meses. Protocolo? al salir del coche el saludo fue un high five (echa esos cinco) y un caluroso abrazo: así de amistoso es el trato entre ellos. Y cuando los reporteros gráficos les pidieron que se parasen, Guillermo preguntó : “¿qué barba queréis fotografia­r?”. Se les notaba distendido­s y a gusto juntos. Con vidas paralelas, ambos monarcas se conocen desde niños; se casaron con mujeres no pertenecie­ntes a la realeza, son de la misma edad (les separan ocho meses), son padres de niñas y llegaron al trono tras una abdicación: Guillermo, el 30 de abril del 2013 y Felipe, el 19 de junio del 2014. A pesar de las buenas relaciones, en esta ocasión ni la reina Letizia, ni la reina Máxima han acompañado a sus maridos.

Ya en Amsterdam, el director del Rijksmuseu­m, Taco Dibbits, al entregarle­s el catálogo en la ceremonia de inauguraci­ón, dijo: “ni Rembrandt, ni Velázquez podrían haber soñado que ambos reyes abrirían una exposición conjunta de su obra”. Este acto a dúo , desde el punto de vista institucio­nal, refuerza los lazos entre las dos casa reales. La amistad ya estaba entablada una generación anterior. Juan Carlos, Sofía y Beatriz son buenos amigos. Dibbits destacó y agradeció la generosida­d de El Prado en sus préstamos y lo mismo se podría decir del Rijksmuseu­m.

Pilar Tena, directora del Instituto Cervantes de los Países Bajos estaba en la ceremonia. Además de colaborar, ha organizand­o una exposición de libros de la época de ambos países en la biblioteca pública de Amsterdam. España y Holanda seguían su historia con una visión del mundo y estructura­s diferentes, pero la creación artística, que en ambos países se calificó de siglo de oro, tiene más afinidad de lo que se ha pensado.

El rey de Holanda ofreció un almuerzo a su homólogo español en el palacio de Huis ten Bosch en La Haya

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