La Vanguardia (1ª edición)

Jugar bien

- JOSEP JORDI CAMBRA SÁNCHEZ,

ANDRÉS GIMENO (1937-2019)

Tenista. Campeón del Roland Garros en 1972 y del Godó en 1960

Ayer, las pistas de nuestro club estaban más lentas, las redes más altas, las pelotas más pesadas y nuestros cuerpos más agarrotado­s. Nos faltaba Andrés Gimeno, nuestro socio número 16, nuestro gran campeón, y, por encima de cualquier palmarés, nuestro amigo cercano y cómplice.

Durante ocho décadas, Andrés reflejó con indiscutib­le precisión la razón de ser del Real Club de Tenis Barcelona 1899 como entidad deportiva y social. Su padre, Esteban, profesor del club, le enseñó los secretos de la técnica sin olvidar los valores heredados de nuestros pioneros: humildad, sacrificio, ilusión, camaraderí­a y compromiso. A todos ellos, Andrés agregó su talento natural para convertirs­e en un referente del tenis internacio­nal y en nuestro gran embajador.

Una de las frases más escuchadas en el club es el ben jugat mientras nos estrechába­mos las manos al término de los partidos. Andrés jugó siempre bien, extremadam­ente bien, como el maestro que era. Lo hizo en las competicio­nes infantiles, en los torneos familiares, en los torneos

defendiend­o los colores del club y en su etapa internacio­nal. Lo hizo siempre que fue requerido para cualquier iniciativa, consejo o proyecto.

En 1954, en un guiño a la historia, Andrés ganó por primera vez nuestro campeonato social. No fue un partido más. Aquella final ante Joaquín Tort fue el último partido en nuestra icónica sede de Ganduxer. Andrés jugó y ganó el último match-ball en Ganduxer, minutos antes de que empezara el derribo del chalet y la destrucció­n de las pistas en las que el fin de fiesta fue un improvisad­o partido social de fútbol.

En nuestras actuales instalacio­nes, proyectó su figura con paso firme en el tenis internacio­nal. Muchos fueron sus éxitos, pero dos sonrisas prevalecen sobre cualquier momento. La primera, cuando en 1960 levantó emocionado el Trofeo Conde de Godó. La segunda en 1972, cuando tras años brillando en el tenis profesiona­l, conquistó Roland Garros y se convirtió en el primer español y socio del club en añadir su nombre al palmarés individual de un Grand Slam. Tras su retirada en 1973, nunca traicionó sus valores y nuestras esencias.

La vida, de alguna manera, es como un día de primavera, que puede combinar sol, luna, nubes, frío, calor, viento o calma. Ayer las pistas de nuestro club estaban lentas, las redes más altas y el día gris y pesado. Pero la semilla que en ellas plantó Andrés Gimeno está tan arraigadas a nuestras vidas, que nos devolverá a todos, como la primavera, la pasión e ilusión por recuperarn­os. Gracias infinitas por todo Andrés. Fuiste primero el espejo en que mirarme, después mi profesor en la escuela, y mi compañero y amigo en las pruebas por equipos. Los socios del RCTB1899 nunca te olvidaremo­s.

presidente del Real Club de Tenis Barcelona-1899

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AFP

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