DIEGO FUSARO
Mediático y polémico, impulsa Vox Italia, partido “soberanista, populista y socialista”, tras el fracaso del gobierno Salvini-M5E
tras, “la izquierda fucsia de hoy critica el viejo fascismo, que ya no existe, para apoyar el nuevo fascismo de la porra invisible del mercado y la Unión Europea”, que “sirve para hacer que el poder pase de los parlamentos nacionales a los consejos de administración, que están por encima de las naciones”.
Por tanto, “la lucha contra el capitalismo es una lucha contra la UE porque es la unión de la clase dominante contra la clase trabajadora”. Y el populismo es la respuesta: “Es la reivindicación del pueblo, y su ejemplo más bello son los chalecos amarillos en Francia, que quieren más Estado y menos globalización”. “Estamos contra la UE y la OTAN, contra Bruselas y Washington”, subraya. Fusaro es un defensor del euroasianismo y dice que “la Rusia de Putin es un modelo de resistencia ante el globalismo americano”. Uno de sus referentes es el ruso Alexander Duguin, cofundador del exótico Partido Nacionalbolchevique –junto al redivivo escritor Eduard Limónov– y reliquia intelectual con quien ha conferenciado y se ha fotografiado: con ellos estaba, por cierto, Gianluca Savoini, señalado como gestor de una trama de financiación rusa de la campaña electoral europea de Salvini.
Fusaro afirma que Cuba, Bolivia y Venezuela son sus modelos de “estado patriótico y democrático” y dice tener como objeto de estudio a esa izquierda europea que ya no es “roja” sino “fucsia” y “arcoiris”, que ya no defiende derechos sociales sino derechos civiles que en realidad son “caprichos individuales de consumo, como tener un hijo mediante vientre de alquiler porque alguien se lo puede pagar”.
Una de sus tribunas de polemista es Il Primato Nazionale, órgano del partido neofascista CasaPound.