El Gobierno acometerá el traslado de Franco justo antes de la campaña
La Moncloa activa el operativo para la exhumación entre el 18 y el 22 de octubre
Carmen Calvo sonrió ayer satisfecha. Hace más de 12 años, siendo responsable de la cartera de Cultura, escuchó en una de las reuniones del Consejo de Ministros que presidía José Luis Rodríguez Zapatero, y que debatía lo que acabaría siendo la ley de Memoria Histórica, la conclusión de que sacar a Francisco Franco del Valle de los Caídos “no se conseguiría hacer nunca”. Pero la cita del Consejo de Ministros que ayer presidió Pedro Sánchez aprobó, a propuesta precisamente de Calvo –ahora vicepresidenta del Gobierno en funciones–, el acuerdo definitivo para exhumar al dictador y trasladar sus restos al discreto cementerio de Mingorrubio, antes del próximo 25 de octubre. “Ya está”.
La operación, de la que se informará con 48 horas de antelación a los nietos de Franco para que estén presentes si así lo desean, se ejecutará entre el 18 y el 22 de octubre, porque no está previsto agotar el plazo máximo acordado. A las puertas ya, por tanto, del arranque oficial –el próximo 1 de noviembre– de la nueva campaña electoral del 10-N, en la que el PSOE considera que la exhumación de Franco será un gran elemento movilizador para el electorado progresista. Pero casi una semana o más después de que el Tribunal Supremo (TS) emita su fallo sobre los líderes independentistas encarcelados por el 1-O, que en la Moncloa dan por hecho que se producirá el próximo lunes.
La justificación que ayer esgrimió la propia Calvo para posponer aún al menos una semana el traslado de los restos del dictador, pese a que el TS otorgó el pasado jueves la luz verde final a un proceso que avanza a trancas y barrancas desde hace 16 meses, es de índole operativo. Para empezar, el Valle de los Caídos ya estará cerrado al público desde hoy mismo hasta que se consume el traslado. A partir de ese momento, los operarios contratados al efecto empezarán a instalar el mecanismo para poder levantar la losa de casi 2.000 kilos bajo la que se encuentra el féretro. También falta por determinarse cómo se efectuará el traslado de los restos del dictador, entre el Valle de los Caídos, en San Lorenzo de El Escorial, y el cementerio de Mingorrubio, en El Pardo, a unos 60 kilómetros de distancia. Una opción es un simple furgón funerario, lo que no obstante obligaría a extremar las medidas de seguridad durante todo el recorrido, por lo que parece imponerse, según reconoció ayer Calvo, que el féretro se traslade en un helicóptero de la Guardia Civil o el Ejército.
En la Moncloa quieren garantizar la seguridad en todo momento, para lo que ya se está estudiando el operativo con la delegación del Gobierno en Madrid, si bien aseguran que no temen altercados por parte de nostálgicos del régimen franquista. Se aferran a que en la noche del pasado jueves fueron a protestar a las puertas de la sede del PSOE apenas un centenar de exaltados, sin mayores consecuencias.
También quieren preservar el duelo de la familia de Franco, pero al tiempo garantizar el derecho a la información, por lo que se acotará la presencia de la prensa española e internacional –pues dan por hecho que el impacto de la noticia será mundial– a la explanada del Valle de los Caídos. En cambio, durante la exhumación y la reinhumación, nadie podrá sacar fotos ni grabar nada, ni siquiera los nietos del dictador. La logística de la operación es compleja, en todo caso, pese a que en la Moncloa aseguran que todo el proceso apenas tendrá un coste de 11.000 euros.
El acuerdo del Consejo de Ministros permite que la familia del dictador esté presente durante la exhumación y reinhumación, e incluso que celebre una ceremonia “breve e íntima” en Mingorrubio. Y en toda la operación estará presente la ministra de Justicia, Dolores Delgado, en su función de No
“Supone cerrar con dignidad lo que no era digno”, celebra Calvo tras el acuerdo final
La seguridad de toda la operación aconseja trasladar los restos del dictador en helicóptero