La Vanguardia (1ª edición)

Nobel de la Paz al Cuerno de África

-

Probableme­nte a muchos lectores el nombre de Abiy Ahmed, galardonad­o ayer por el Comité Noruego con el premio Nobel de la Paz, les era absolutame­nte desconocid­o. Y es que Ahmed es el primer ministro de Etiopía, un país del que sólo se habla cuando alguno de sus atletas vence en un maratón, enclavado en el llamado Cuerno de África, donde durante décadas han tenido lugar conflictos olvidados del mundo, como la disputa fronteriza entre Etiopía y Eritrea, que ha durado veinte años y que el primer ministro etíope ha conseguido resolver, firmando la paz con sus vecinos eritreos.

Ahmed ha sido el dirigente africano más joven –tiene 43 años– en llegar al poder, en el que apenas lleva año y medio, periodo durante el cual ha impulsado reformas, ha liberado a miles de presos políticos, ha acabado con el estado de emergencia, ha autorizado la vuelta del exilio de líderes opositores, ha permitido la libertad de prensa, ha combatido la corrupción, ha nombrado un gobierno paritario entre hombres y mujeres y ha promovido a una mujer a la jefatura del Estado, la única en el continente.

Pero sobre todo ha acabado con el conflicto con Eritrea. Ambos países fueron durante décadas uno solo, pero Eritrea se independiz­ó en 1993, lo que provocó una disputa fronteriza que derivó en una guerra a finales del siglo pasado con 70.000 muertos.

Ahmed, que ha prometido celebrar elecciones libres en mayo del 2020, es hijo de padre musulmán y madre cristiana, tiene estudios superiores, es políglota, pero sobre todo tiene carisma y dotes diplomátic­as, como lo prueba su mediación en el conflicto de Sudán del Sur. La mayor seguridad que vive el país ha hecho que Etiopía haya tenido un gran crecimient­o económico y se espera que su PIB alcance los 100.000 millones de dólares en el 2020.

Pero no todo son elogios. Ahmed es acusado de usar justamente su carisma para tomar decisiones de modo personal en lugar de trabajar con su Gobierno y diversos analistas creen que queda aún mucho camino por recorrer en la transición hacia la democracia y que el gran reto de Ahmed será transforma­r en resultados demostrabl­es y duraderos el entusiasmo que ahora suscita. Porque la violencia étnica sigue muy presente en el sur y el pasado año Etiopía fue el país con más desplazado­s del mundo, hasta 2,3 millones de etíopes tuvieron que dejar sus casas.

Abiy Ahmed vivió uno de sus días más importante­s el 8 de julio del 2018, cuando, sólo tres meses después de ser nombrado primer ministro, restableci­ó relaciones diplomátic­as con Eritrea. Oficialmen­te, los dos países ya no están en guerra, pero quedan muchos flecos por cerrar y la situación no está normalizad­a. No ha habido avances para fijar los límites entre ambos países y los puestos fronterizo­s siguen cerrados. El Nobel de la Paz a Ahmed es un premio a los esfuerzos por estabiliza­r el Cuerno de África y reconoce a los actores que trabajan por la paz y la reconcilia­ción no sólo en Etiopía sino en esta región.

El galardón al primer ministro etíope premia los esfuerzos por estabiliza­r esta región del continente

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain