“Hollywood me aburre, se mueve sólo por el negocio”
Sam Neill, actor, Gran Premio Honorífico del festival de Sitges
Nadie diría que Sam Neill acaba de cumplir 72 años. Cercano y amable, el actor británico-neozelandés, conocido mundialmente por su personaje del paleontólogo Alan Grant en Parque Jurásico (1993), exhibió ayer una envidiable forma física y una elegancia natural a su paso por el festival de Sitges, donde hoy recoge “con orgullo” el Gran Premio Honorífico por su contribución al género fantástico y de terror con películas como La posesión (1981), uno de sus primeros e impactantes trabajos en el cine.
Su regreso al universo jurásico en ha generado expectación y le reúne de nuevo con dos actores de la cinta original, Laura Dern y Jeff Goldblum. ¿Qué puede contar del filme? Estoy encantado de formar parte de este proyecto y para que fuera posible era necesario que los tres estuviésemos juntos en él. El guion aún no está terminado y los productores me matan si digo algo sobre la trama, así que sólo puedo comentar que será una historia nueva.
¿De niño soñaba con ser actor? No, lo veía como algo imposible. No se me daban bien los deportes y me encantaba ir al cine. En mi familia nunca había habido ningún artista, sólo mi hermano actuaba alguna vez en el colegio, así que cuando me decanté por la interpretación fue una sorpresa para mis padres y una gran preocupación, porque para mi padre no era un trabajo de verdad. Y estaba en lo cierto, es justo por eso que me encanta actuar. Para mí siempre ha sido como un juego, no un oficio en el que tienes que fichar.
¿Qué debe tener un personaje para que decida interpretarlo? Que sea complejo y pueda hurgar en su interior. No me interesa que se le vea como un tipo bueno o malo.
Ahora que están tan de moda los biopics, ¿quién le gustaría que le interpretara en el cine?
Tilda Swinton. Es perfecta, puede interpretar a cualquiera (risas).
¿Cuál es la lección más importante que ha adquirido en más de cuarenta años de carrera?
El hecho de no pensar en mí mismo como actor, sino en alguien que actúa, que son dos conceptos muy distintos. La gente que se dedica al mundo del espectáculo es muy proclive a sufrir de depresión y ansiedad porque se pueden pasar momentos muy malos cuando no suena el teléfono. La mayoría de veces a uno le dicen no en los castings y si te tomas muy a pecho el rechazo puede convertirse en un problema.
¿Es por eso que ha mantenido las distancias con Hollywood? Sobre todo por mi propia salud mental. Allí sólo hay gente que se mueve por el negocio del espectáculo, por los resultados en taquilla, algo que me aburre absolutamente.
Martin Scorsese ha causado revuelo por decir que las películas de Marvel no son cine. Usted hizo un cameo en
¿Qué opina al respecto?
Hay filmes que entretienen y otros
“Hay películas que entretienen y otras más profundas; yo prefiero una buena historia”
Thor: Ragnarok
más profundos. Yo prefiero los que me transmiten una buena historia, pero no pasa nada si hay un público que sólo quiera entretenerse.
Vive en una granja con viñedos y rodeado de animales a los que ha puesto nombres de famosos.
Sí, me divierte llamarles como mis amigos para que nadie se los coma. Kate Winslet, Angelica Houston,... Por desgracia, la gallina Meryl Streep murió, también la oveja Susan Sarandon.
¿Le preocupa el Brexit?
Es un desastre. Uno de los grandes logros del siglo XX fue crear la UE. Que el Reino Unido decida abandonarla es señal de una creciente ola nacionalista xenófoba en Europa. Me entristece ver cómo la sociedad británica se autodestruye. Es una tragedia para todos.