Fati reemplaza a Pérez en la sub-21
El segundo parón de la temporada es el primer espacio para un análisis con cierto recorrido. Después de diez partidos, el Barça es segundo en la Liga y está bien situado en la Champions League. Aun así, existe la sensación de que el conjunto tiene un apreciable margen de mejora. ¿Cuáles son las luces y las sombras del Barça de Ernesto Valverde hasta la fecha? Aquí mi análisis: Parece que el técnico ha optado por la parte más personal para mover el árbol. Porque, si bien es cierto que ha habido pocos retoques tácticos, Valverde está demostrando alta determinación en las elecciones de los jugadores. La desaparición de Rakitic del equipo, el paso por el banquillo de jugadores como Busquets o Griezmann o la apuesta por Ansu Fati son muestras de ello. Además, y ante cualquier baja, Valverde no está reubicando futbolistas de peso sino que opta por dar entrada a sustitutos naturales, sean los que sean.
Precisamente por ello, el equipo ha ganado en alternativas no previstas. No sólo por la impactante irrupción de Ansu Fati sino por otros casos derivados. Carles Pérez ha demostrado ser un futbolista de gran valía en las dos fases del juego. Semedo ha cubierto bien la contingencia en la izquierda y Todibo demostró solvencia en los 73 minutos ante el Sevilla. También desde el punto de vista estructural hemos visto al equipo en otras dos disposiciones puntuales, el 4-2-3-1 (Granada) o el 4-3-3 invertido (Inter). DEL BUSQUETS-RAKITIC AL DE JONG-ARTHUR
El único retoque con sabor táctico y la mejor noticia del comienzo. La sala de máquinas azulgrana está cogiendo el tono que hacía años que no tenía. Valverde parece dispuesto a abandonar la convivencia entre Rakitic y Busquets (su principal sello desde su llegada) para dar la batuta a De Jong y a Arthur (809 minutos de los 900 posibles para el holandés y sólo una suplencia en los partidos que ha estado disponible el brasileño). Eso ha transformado un eje fiable pero de latitud más baja en un eje menos experto pero más creativo. Con 324 pases acumulados, De Jong es el tercer futbolista que más toca en campo adversario y el que mayor fiabilidad certifica de la Liga (92,6%, datos Opta). Por su parte, Arthur Melo parece haber dado el paso definitivo añadiendo verticalidad a su juego. Ya no es extraño verle filtrar pases verticales ni ensayar el disparo. Dos goles, tres asistencias y ocho ocasiones de gol generadas en tan sólo 355 minutos es la prueba inequívoca. Del Busquets-Rakitic, además de un tercero al De Jong-Arthur y el tercer centrocampista.
La otra pequeña pincelada es la posición más adelantada de los dos interiores. Ello requiere de una mejor lectura para saber cuándo bajar pero se gana presencia cerca del área contraria. Quizá sea por eso que, en los diez partidos disputados, ya hayan visto portería tres centrocampistas del equipo (Arthur, De Jong y Arturo Vidal) y que el Barcelona acumule mucha diversidad. Doce goleadores diferentes en los veinte conseguidos hasta la fecha. AUTORIDAD EN LAS ÁREAS
Sin duda, una de las mayores fortalezas del inicio de curso. Tanto en la definición como en la portería. Con un 28,1% de acierto en la anotación, el Barça es, con diferencia, el mejor de la Liga. Que los principales oponentes como Madrid y Atlético estén en un 14,3% y un 10%, respectivamente, da una idea de la excelencia del registro. Tres cuartos de lo mismo bajo palos, dónde Ter Stegen ha salvado situaciones claras en casi cada partido. Son porcentajes tan altos que no se podrán mantener pero han servido al equipo para sobrevivir sin la plenitud futbolística. El gran lunar. Once tantos en diez partidos (1,10 goles por partido) y únicamente tres duelos con la portería a cero. Unos goles que han llegado en base a dos hechos: el gran espacio entre líneas ofrecido a los rivales y los errores propios en el pase de inicio. Cinco de los once goles han venido de pase filtrado o de disparo exterior mientras que otros tres, han llegado después de errar un pase justo en el despliegue (Athletic, Osasuna y Granada).
El ajuste más importante para la mejora. Los azulgranas se estructuran en 4-4-2 para apretar a los oponentes. Pero el Barça no está siendo efectivo en esta maniobra. Los saltos a presión no son coordinados ni secuenciales y el equipo parece tener dudas en la zona para iniciarla. Las líneas se ensanchan y facilita la progresión de los adversarios.
Al equipo le está costando crear en estático cuando el partido no está abierto. Está faltando rapidez en la circulación, así como desborde. Porque, aunque está alcanzando una buena cantidad de goles, tiene más dificultades para llegar al arco rival. El promedio de disparos por partido ha disminuido a 12,1 respecto a los 14,7 y 15,3 de las dos temporadas anteriores. Otro factor para el avance es el desequilibrio individual arriba. Sobre todo, en situaciones de partido no favorables y cuando Messi no está. La delantera sólo intentó dos regates (los dos sin éxito) en la primera mitad en Granada. Sólo cuatro fueron buenos ante el Osasuna.
Una día después de recibir el permiso de la FIFA, Ansu Fati ha sido convocado por la selección española sub-21 en sustitución de otro delantero del Barcelona, Carles Pérez, que abandonó la concentración a consecuencia de unas molestias musculares de las que se tratará en el club. Fati, de 16 años, se incorporó anoche a la concentración del equipo en Las Rozas con vistas al partido de clasificación para la Eurocopa 2021 que España disputará el próximo martes en Montenegro. / Redacción
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