Cerca del 40% de los apartamentos turísticos ya cuenta con sonómetros
Los sonómetros que controlan el exceso de ruido van camino de convertirse en un complemento habitual en los apartamentos turísticos en Barcelona. Ya hay 3.594 viviendas de uso turístico con licencia que cuentan con un sistema de control de los excesos sonoros. Los han instalado durante los últimos tres años y están ya operativos en el 37% de los 9.657 apartamentos registrados en la capital catalana.
De esta manera, cuando el ruido supera los niveles permitidos salta una alarma que avisa al propietario o a la empresa gestora para que se ponga en contacto con los turistas y les advierta de que se están excediendo. Desde este verano, en 900 de ellos van un paso más allá y cuentan con un servicio de “agentes nocturnos” que se presentan en el piso en cuestión de minutos y les piden amablemente a los inquilinos que pongan fin a la fiesta o bajen el tono de la voz para garantizar el descanso de los vecinos.
Durante los meses de verano hicieron 1.300 intervenciones. El 86% de las incidencias registradas fueron por ruidos a horas intempestivas. Hablamos de conversaciones con un tono más elevado de la cuenta, de música demasiado alta... El 14% restante corresponde directamente a fiestas nocturnas montadas en los apartamentos turísticos.
El punto álgido fue el fin de semana del Sónar, a mediados de julio, cuando el equipo de serenos de Roomonitor realizó cerca de un centenar de intervenciones en un par de días. En su conjunto, agosto fue el mes con más incidencias, concentrado casi la mitad del total de alertas del año.
La iniciativa de los sonómetros y los serenos surgió de la asociación de apartamentos turísticos de Barcelona (Apartur) y la empresa Roomonitor y en poco tiempo se ha extendido como la pólvora en el sector. Los responsables de los 3.594 apartamentos –en manos de unas 600 empresas y propietarios– con el sistema instalado recibieron ayer un nuevo sello de calidad denominado ‘weRespect’ mediante el cual se acredita que el piso turístico en cuestión controla las situaciones potencialmente molestas. “El sector se ha dado cuenta de la importancia de la autorregulación”, destaca Nacho Suárez, cofundador de Roomonitor. Así, el presidente de Apartur, Enrique Alcántara, insta a “maximizar el impacto positivo y mitigar los efectos negativos”. Por eso, además de los sonómetros y los serenos, el sello
El mes de agosto concentró casi la mitad de incidencias relacionadas con el exceso de ruido
de calidad también comporta otras obligaciones como tener claramente señalizado el timbre de entrada a la vivienda en los porteros automáticos para evitar incordiar a los vecinos.