Paralizado el plan de la Rambleta de Sant Adrià por tierras contaminadas
La que debía ser una de las obras estrella de la legislatura del alcalde Joan Callau en Sant Adrià de Besòs, la remodelación del paseo de la Rambleta Joan Llandrich, ha recibido un aplazamiento inesperado a causa de la aparición de tierras contaminadas en el subsuelo.
El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y el Ayuntamiento de
Sant Adrià recibieron una información de la plataforma Marea Verde que les comunicaba la sospecha, surgida de testimonios de vecinos, de que hace más de 40 años, durante la construcción del paseo de la Rambleta se podrían haber vertido tierras contaminadas.
Ante las sospechas, el AMB y el Ayuntamiento contrataron una empresa especializada para realizar diversas catas que permitieran identificar el elemento contaminante, mientras se ralentizaba el ritmo de la obra. Los primeros resultados de los análisis han confirmado la existencia de una capa estrecha con una concentración de metales pesados –principalmente plomo– por encima de los límites fijados por la legislación vigente en zonas urbanas.
Ante el resultado, los promotores decidieron impulsar un mayor muestreo e inspeccionar toda la zona de obra. Por ello, se ha tomado la decisión de paralizar las obras de forma inmediata. Una suspensión indefinida cuya duración dependerá del protocolo a seguir según indique la Agència de Residus de Catalunya, quien determinará el procedimiento a promover y que, posiblemente, consistirá en gestionar y tratar la porción de suelo contaminada. El Ayuntamiento, por su parte, trasladó toda la información a los grupos municipales y derivará los informes de los que dispone la plataforma vecinal Marea Verde y a la comisión de seguimiento de la obra. De igual forma, se compromete a informar periódicamente de todas las novedades a los presidentes de las comunidades de vecinos del paseo de la Rambleta.
El proyecto de remodelación de la Rambleta se presentó a la ciudadanía el 24 de octubre y consiste en la reforma del paseo y su mejora con una sustancial ampliación del espacio peatonal. El nuevo diseño permite recuperar zonas de paseo, conectar con la ciudad y las calles transversales con el río e incorporar un carril bici elevado.
Las catas detectan una elevada concentración de metales pesados, especialmente plomo, en una de las capas