Deportistas, paseantes, lectores
Una encuesta municipal revela la notable importancia que los barceloneses conceden a la cultura
Se admite bar como centro cultural? Las cafeterías, bodegas y otros locales donde consumir bebidas y picar alguna cosa son, sin duda, espacios de socialización. Sin embargo, en una ciudad como Barcelona, con cerca de 8.000 bares y restaurantes abiertos, sus habitantes consideran que los centros cívicos, las bibliotecas, e incluso las plazas, parques y playas, son más importantes para la vida cultural de las personas que las barras y terrazas. Con todas las precauciones obligadas a la hora de analizar lo que los individuos aseguran ser y pensar y lo que en realidad son y hacen, una reciente encuesta sobre Participación y Necesidades Culturales elaborada por encargo del Ayuntamiento de Barcelona por la empresa Opinòmetre sitúa a los bares en una discreta octava posición en la lista de espacios culturales imprescindibles para los barceloneses.
El trabajo de campo del sondeo al que ha tenido acceso La Vanguardia se llevó a cabo a comienzos de este año. Fueron entrevistadas 1.655 personas mayores de 16 años que respondieron a un cuestionario muy variado. A partir de los resultados obtenidos puede afirmarse que hacer deporte, pasear y leer son, por este orden, las tres actividades preferidas por los barceloneses para ocupar sus ratos libres.
La encuesta planteaba a los entrevistados la elección de hasta tres preferencias para su tiempo libre. Entre los más jóvenes (la población comprendida entre los 16 y los 24 años), más de la mitad (53,7%) incluyeron la práctica deportiva en ese trío de actividades predilectas. Por otra parte, el porcentaje más alto de entrevistados que expresaron su preferencia por los paseos por la ciudad se dio entre los mayores de 65 años (45,3%).
Los barceloneses más lectores son los que tienen entre 55 y 64 años. Un 38,2% de los entrevistados de esta edad situaron la lectura de libros y periódicos como una de sus tres actividades preferidas para el tiempo de ocio. Contrasta con el escaso 17,1% de jóvenes que incluyen la lectura entre sus principales hábitos. A esa edad hay mayor propensión a hacer deporte, sentarse delante del ordenador, la tableta, el teléfono o la videoconsola, quedar con los amigos o pasear por la ciudad que a abrir un libro.
Siempre con todas las cautelas que aconseja la generalización de estos datos, los resultados de la encuesta permiten concluir que ir al cine, al teatro o a las salas de conciertos son actividades más comunes entre las personas con una renta económica por encima de la media. El consumo cultural cuesta
Manualidades y bricolaje
Práctica artística
Estar con la familia
Los bares ocupan la octava posición entre los espacios más importantes para la vida cultural de las personas