Más de 30.000 dependientes han muerto este año sin recibir la ayuda
El tiempo medio para ser atendido es de algo más de 1,1 años, 1,5 en Catalunya
En lo que va de año, unos 31.000 dependientes han muerto esperando recibir una atención que las administraciones se habían comprometido a darles. Unas 31.000 personas, la mayoría de ellas, mayores de 80 años. Este es el triste balance de un servicio, el de la dependencia (garantizado por ley) y que trece años después sigue sin funcionar, dejando sin asistencia a los más vulnerables.
Las causas son varias, entre ellas los recortes aplicados en los años de la crisis, en el 2012, y que aún no han sido revocados. También, la burocracia administrativa que convierte la asistencia en un carrera de fondo para los pacientes hasta conseguir una asistencia necesaria para su vida.
Así lo indica el último informe de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, que en esta ocasión facilitan un dato hasta ahora desconocido, el tiempo que tarda la administración en prestar el servicio al que el dependiente tiene derecho, y que corroboran las graves deficiencias de este servicio, concebido como el cuarto pilar del Estado de Bienestar. Especialmente en algunas comunidades. como Catalunya: un dependiente catalán, reconocido como tal, espera de media un año y medio en ser atendido.
Según la ley, ese plazo no debería superar los tres meses, sólo cumplido por Ceuta, el País Vasco, Navarra y Melilla. Catalunya es la cuarta comunidad con más retraso en la tramitación del expediente, junto a Andalucía, Extremadura y Canarias.
Estos datos, extraídos del Imserso fruto del compromiso de transparencia integrado en el Pacto de Estado por la dependencia, explican que, a pesar del incremento paulatino del número de atendidos de los últimos dos años, el ritmo sea claramente insuficiente para absorber la demanda de valoraciones y atenciones. En el 2019 (hasta noviembre) se ha incrementado el número de personas en espera de valoración de grado de dependencia y en espera de atención mediante servicios o prestaciones hasta llegar a las 423.000 personas pendientes de algún trámite, más de la mitad de las cuáles son andaluzas (123.000) o catalanas (103.000), señala el presidente de esta entidad, José Manuel Ramírez.
Pero no sólo eso. Otros datos muestran el deterioro del servicio de atención a la dependencia: por primera vez desde el 2016, el número de personas con derecho reconocido en espera de atención ha aumentado en unos 50.000 a lo largo de este año.
Los motivos de estos “impresentables retrasos”, señala, son fundamentalmente “los sucesivos recortes sufridos en la financiación de la Ley, aún vigentes, y el entramado burocrático dispuesto por las administraciones, que retrasan enormemente el proceso.
Entre las consecuencias de estos retrasos, “Resulta especialmente doloroso que haya personas con derecho efectivo (con algún grado de dependencia reconocido) que fallecen antes de haber recibido servicios o prestaciones”, señala Ramírez.
Según la estimaciones de esta asociación, 31.000 personas habrían muerto durante este 2019 sin que hayan recibido una asistencia que la ley sí les reconoce. “Hay que tener en cuenta que el 54% de personas solicitantes tiene más de 80 años. Tremenda forma de reducir las listas de espera”, indica.
Otra consecuencia es que la demora en ofrecer servicios de apoyo para realizar las actividades de la vida diaria supone gravísimos trastornos a las personas dependientes y genera importantísimas sobrecargas familiares, especialmente a las mujeres ya que otro dato interesante de los ofrecidos es que el 75% de las personas que prestan cuidados familiares son hijas, madres o parejas. Las consecuencias globales para el modelo social y económico son más que evidentes.
La cifra de personas en espera de obtener el subsidio ha aumentado en 50.000
Ceuta, el País Vasco, Navarra y Melilla son las únicas que dan atención en 180 días