La Vanguardia (1ª edición)

Un equipo sin gracia

El juego del Barça no termina de despegar ni de encontrar continuida­d

- JUAN BAUTISTA MARTÍNEZ DESGASTE EN LA DELANTERA SIN UN GOBIERNO CLARO

El Barça es un equipo sin gancho ni gracia. No atrapa. No termina de evoluciona­r en su juego, un día achispado por el vino y las rosas que le pone Messi, y otro día sin sal y más triste que una ensalada verde, como el miércoles contra el Madrid. No hay una línea clara en su fútbol ni un patrón constante que sirva como manual de operacione­s. Cuando el rival se empequeñec­e, el Barça presiona y se crece. Cuando el adversario se agiganta, el Barça se recoge, temeroso de recibir una somanta de golpes porque el físico no le da para un continuo intercambi­o de portería a portería. El Barcelona es líder y no acaba nunca de caer en la Liga. Es resistente como los primeros teléfonos móviles o aquellos coches que comprabas y podían durar toda la vida. Pero no cuenta con las aplicacion­es más modernas ni con la conexión de máxima velocidad.

Pocos jugadores reflejan este axioma como Busquets, ausente en el clásico entre versiones contradict­orias y que ayer no se entrenó por fiebre. Lo cierto es que el de Badia sólo ha sido titular en 10 de las 17 jornadas de Liga. Otrora Busquets marcaba la presión, daba un paso adelante y, sobre todo, tenía socios con los que triangular y compañeros para apretar al rival. La falta de continuida­d de Busquets podía haber servido para que el pivote fuera De Jong, pero el holandés está siendo más utilizado como interior y está abarcando tanto campo que corre el peligro de llegar al final de curso sin fuelle. En la primera jornada de Liga en San Mamés Valverde apostó por un centro del campo formado por De Jong en la manija y Sergi Roberto y Aleñá como interiores.

Piernas frescas y juventud. El atrevimien­to del técnico duró 45 minutos, los que tardó en mandar a un limbo de casi cuatro meses a Aleñá. Porque el Barça ha ido perdiendo, cada temporada más, su sello en el centro del campo.

Durante algún tiempo parece que encuentra la línea, con jugadores de más toque como Arthur pero después el brasileño no se consolida porque no es fiable y la sala de máquinas da otro vuelco. Entonces aparecen primero Arturo Vidal y más tarde el archivado Rakitic. El croata, que apenas había tenido minutos, acumula ahora seis titularida­des seguidas. Un giro de guion que demuestra que no hay un plan claro. Cuando un rival como el Madrid presiona al

Barça en su área, el conjunto barcelonis­ta queda desnudo, sin más recurso que el pase en largo de Ter Stegen. La medular del Madrid fue superior a la blaugrana. Recuperaro­n nueve balones más, dieron 18 pases largos más y remataron tres veces más que los locales.

Como la pescadilla que se muerde la cola, eso provocó que el Barcelona viviera muchos minutos recogido en su propio campo, con enormes distancias entre líneas. En este tipo de encuentros sobresalen Ter Stegen, un habitual de las mejores notas, y los centrales. Piqué y Lenglet brillan cuando no han de correr metros hacia atrás y pueden dedicarse a hacer de frontón.

Otra cuestión es cuando han de actuar a campo abierto. Cuando el Barça, cada vez de manera más puntual, es capaz de presionar de forma acompasada su juego es mucho más redondo. Pero el cuentakiló­metros de algunos de

Cuando el examen sube de nivel, a Suárez, con mucho kilometraj­e encima, cada vez le cuesta más aprobarlo

sus futbolista­s parece que no dé para más. Es el caso de Luis Suárez. El uruguayo hace meses que pide a gritos un competidor, cuando no un sustituto para él, en la plantilla. Toda la vida meterá goles pero cuando el examen sube de nivel le cuesta mucho aprobarlo. Ante el Madrid, lento y errático, suspendió. Pero Valverde no osó sustituirl­e y mandó a la ducha antes de tiempo a un Griezmann mucho más activo.

El entrenador dispone de una batería de jóvenes que le han respondido bien cuando los ha necesitado, como ocurrió por última vez en San Siro. Esa noche el Barça ofreció una versión más dinámica y divertida. Messi siempre pondrá el fútbol, pero necesita piernas al lado. No puede centrar y rematar de forma eterna.

El Barça no tiene un plan en el centro del campo y brillan el portero y los centrales cuando se agazapa

Busquets, otrora insustitui­ble, sólo ha sido titular en 10 de las 17 jornadas de Liga

 ?? EMILIO MORENATTI / AP ?? Ernesto Valverde dando instruccio­nes a sus futbolista­s el pasado miércoles en el Camp Nou
EL NUEVO PAPEL DEL PIVOTE
EMILIO MORENATTI / AP Ernesto Valverde dando instruccio­nes a sus futbolista­s el pasado miércoles en el Camp Nou EL NUEVO PAPEL DEL PIVOTE

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