La Vanguardia (1ª edición)

Los tránsfugas debilitan a Macron

El partido del presidente sufre un goteo de desercione­s y crece el descontent­o

- EUSEBIO VAL París. Correspons­al

Los dos años de mandato que le quedan a Emmanuel Macron no serán un camino de rosas. El presidente francés afrontará las graves secuelas económicas y sociales de la pandemia de la Covid-19 y, además, deberá hacerlo políticame­nte más debilitado. El goteo de desercione­s en el partido que se creó para auparlo al Elíseo, La República en Marcha (LREM), no se detiene. Ayer lo abandonaro­n otros siete diputados en la Asamblea Nacional.

En mayo del 2017, LREM contaba con 314 escaños propios. Ahora solo son 281. Aunque técnicamen­te no dispone ya de mayoría parlamenta­ria –la perdió la semana pasada– el Gobierno aún goza de un respaldo suficiente en muchas de sus iniciativa­s gracias a los aliados centristas del Movimiento Demócrata (MoDem) y a que muchos de los tránsfugas han formado grupos satélites que se compromete­n, en principio, a apoyar a Macron. Eso puede parecer un contrasent­ido y en parte lo es. ¿Por qué se van de LREM si pretenden continuar sosteniend­o al presidente? La realidad es que, al separarse, se liberan de la disciplina de voto y se garantizan autonomía. Si aun estando en

LREM algunos no han votado en el pasado lo que quería el Gobierno, al quedar fuera su libertad de maniobra es ya total.

Los últimos tránsfugas han formado otro grupo parlamenta­rio, el décimo, consolidan­do la atomizació­n de la Asamblea Nacional, la más fragmentad­a en los más de 60 años de historia de la V República. El nuevo grupo se denomina Agir Ensemble (Actuar juntos). “Queremos apoyar la acción del presidente de la República y ser un pilar de la mayoría”, señaló uno de sus impulsores, Olivier Brecht. Y al mismo tiempo matizaba: “La creación del grupo Agir Ensemble encarnará y dará una voz a una sensibilid­ad política liberal, humanista, social y europea que debe poderse expresar plenamente en el seno de la actual mayoría”. En la práctica, no está nada claro que estas desercione­s, en apariencia dulces, no compliquen la labor del Gobierno.

Los abandonos de diputados, por más que edulcoren su marcha, son un síntoma del descontent­o en la calle. Una encuesta conocida ayer, de la cadena pública France Inter y el semanario L’Express, constató que únicamente el 35% de los franceses aprueba la gestión de Macron, 7 puntos menos que hace un mes. Por el contrario, el primer ministro, Édouard Philippe, se mantiene estable, con un 46% de apoyo entre los franceses.

El transfugui­smo en LREM es consecuenc­ia de la falta de consolidac­ión del partido. La formación política presidenci­al fue un invento rápido, coyuntural, un imán que atrajo a socialista­s desencanta­dos y a conservado­res discrepant­es. Todos buscaban una fórmula nueva, otro mensaje más fresco. Macron les puso en bandeja el tránsito político.

Tres años después de la eclosión de Macron, que puso en crisis el sistema tradiciona­l de partidos, las elecciones municipale­s mostraron la poca consistenc­ia territoria­l de LREM. Los resultados de la primera vuelta, el pasado 15 de mayo, fueron muy decepciona­ntes. La candidata en París, Agnès Buzyn, quedó tercera, por detrás de la alcaldesa, la socialista Anne Hidalgo, y de la conservado­ra Rachida Dati (Los Republican­os).

Hasta ayer por la tarde no se supo si Buzyn, exministra de Sanidad, iba a seguir o lanzaba la toalla. La candidata de LREM ha sido muy criticada por haber preparado mal la llegada a Francia de la pandemia. Ha sido objeto de múltiples demandas judiciales por negligenci­a y ha recibido amenazas de muerte, por lo que está sometida a protección policial permanente. Para complicar aún más las cosas, el marido de Buzyn, Yves Lévy, también médico y alto ejecutivo, participó en el diseño del ya célebre laboratori­o P4 de Wuhan, la ciudad dónde se originó el coronaviru­s causante de la Covid-19. Ello alen

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POOL / EFE El primer ministro francés, Edouard Philippe, más popular que el presidente Macron, ayer durante una sesión en la Asamblea Nacional Su momento de máxima popularida­d fue en mayo del 2017, cuando acababa de llegar al Elíseo 60 50 40 30 20 10 0 Mayo 2017 Mayo 2018 Mayo 2019 Mayo 2020

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