El diálogo con la oposición para afrontar la crisis será en el Parlament
Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña. Ese ha sido el razonamiento de parte de la oposición al topar con las evasivas del Govern a la hora de materializarse y concretarse el diálogo con los partidos para la reconstrucción socioeconómica de Catalunya. Y les ha surtido efecto. Las conversaciones entre el Ejecutivo y los grupos se vehicularán a través de la comisión de estudio que registró ayer en el Parlament el PSC junto con Cs, los comunes y el PP. Los socialistas esperaron hasta el último momento para que JxCat y ERC así como la CUP rubricaran el escrito, pero no hubo éxito en ese menester.
Con todo, la puesta en marcha de la comisión se votará en el próximo pleno, la semana que viene, y desde Palau no pondrán trabas y ahora enmarcan el diálogo precisamente en ese espacio. La CUP, por su parte, presentó una batería de enmiendas para que se estudie “la transformación y reactivación ecosocial”, con el objetivo de que haya debates más profundos sobre el modelo de servicios públicos, a su juicio, “caduco”.
La idea de ese foro de debate entre partidos cobró fuerza en el pleno de la Cámara catalana en el que se aprobaron los presupuestos de la Generalitat. El president Quim Torra recogió el guante de la oposición. Pero, con el paso de los días, fue enfriando ese escenario y desde Palau aseguraron que mientras no recibieran las transferencias directas del Estado no se incluiría a los partidos en la reconstrucción.
En paralelo, se puso en marcha no quedaba claro de qué manera y nunca hubo una propuesta formal. El primer borrador de ese comité estará listo a finales de julio.
Tras varias peticiones de la oposición para que se activara ese espacio de debate –algunos partidos enviaron sus propuestas al Govern– y se les tuviera en cuenta para rehacer las cuentas catalanas, el PSC impulsó la comisión que propiciará esa interlocución. También comparecerán expertos, agentes sociales y económicos así como representantes del mundo local y los trabajos seguirán mientras dure la legislatura. Al margen, habrá dos plenos específicos sobre la materia en la Cámara catalana en julio.