Francia aprueba el sistema para seguir a los enfermos por el móvil
El Gobierno gana el voto parlamentario pese a las fugas del partido de Macron
La Asamblea Nacional francesa votó ayer a favor de poner en funcionamiento en breve la aplicación StopCovid, que debe ayudar, gracias al teléfono móvil, a localizar con rapidez los contactos de una persona que haya dado positivo del coronavirus. La iniciativa recibió 338 votos favorables y 215 en contra. El resultado fue un triunfo para el Gobierno, al demostrar que, pese a las fugas del partido del presidente Emmanuel Macron, La República en Marcha (LREM), es posible aún forjar una mayoría sólida también en un asunto tan controvertido.
El debate en la Cámara fue muy animado y se prolongó durante cuatro horas. Se plantearon cuestiones importantes de privacidad, ética y eficacia sanitaria. Por parte gubernamental defendieron la aplicación StopCovid los ministros de Sanidad y de Justicia, Olivier Véran y Nicole
Belloubet, y el secretario de Estado de Economía para la actividad digital, Cédric O.
La aplicación podrá ser descargada desde el próximo fin de semana por todos los ciudadanos, de modo gratuito y con carácter voluntario. Si una persona que usa la aplicación cae enferma de la Covid-19, debe ser posible, en teoría, localizar a sus contactos –si también llevan el dispositivo en el móvil–, incluso a aquéllos que con quienes ha compartido solo un rato en el metro o en un tren. Se ha establecido, como norma general, que un caso de contacto es haber estado a menos de un metro de una persona durante más de 15 minutos.
En el curso de la discusión en la Asamblea, muchos diputados se preguntaron por la eficacia real de la aplicación si sólo una minoría de la gente la usa. Algunos aludieron a los resultados más que modestos obtenidos en países como Australia o Islandia. Pero el Gobierno insistió, basándose en las recomendaciones de los epidemiólogos, en que la aplicación, aunque funcione de modo parcial y con fallos, evitará enfermos y salvará vidas desde el primer momento. El argumento principal es que gracias a este rastreo electrónico se ganará un tiempo precioso para detectar casos.
Quienes se opusieron a la aplicación denunciaron su intrusismo en la vida de los ciudadanos y el riesgo de que se haga un uso indebido de datos. El Gobierno garantizó el anonimato de las personas contactadas y de los enfermos, y la destrucción de los datos en un periodo corto.
La aprobación fue posible por apoyos transversales. En la mayoría hubo votos negativos, pero fueron compensados por respaldos desde otros grupos. Fue un primer reto ganado por el Gobierno tras las nuevas deserciones de diputados, anteayer. Esta atomización de la mayoría genera muchas especulaciones, entre ellas la de que fue el propio primer ministro, Édouard Philippe, que es independiente y no milita en LREM, quien propició la última escisión. Hay rumores de que el presidente Macron podría destituirlo después de la segunda vuelta de las municipales, que se celebrará el 28 de junio. Hoy Philippe tiene previsto anunciar una nueva fase de la desescalada. Hay expectación sobre si se reabrirán pronto los bares, los restaurantes y todos los parques públicos incluso en zonas rojas como París, así como si hay más margen de movimiento por el país.
La medida será voluntaria y gratis, y servirá para localizar los contactos de una persona infectada