La incertidumbre del centro de Barcelona
Toni Aragaza es el responsable de seis tiendas de moda situadas en el centro de Barcelona. Buena parte de estos días los pasa tecleando la calculadora. “Todo es una incertidumbre. No sabemos si seguir con todas, si cerrar alguna... o incluso si bajar la persiana definitivamente en las seis. Puedes hacer muchos números, pero quizás con los cambios no aguanten. No hay seguridad ninguna”, se lamenta. La situación de los establecimientos Aragaza es compartida por buena parte de los comercios del núcleo de la capital catalana. “Hasta que no haya turismo, la recuperación va a ser muy dura. Son el 70% de las ventas. Sin turismo, el centro de Barcelona se morirá”, reflexiona. “Por supuesto que servimos al cliente local, pero no se lo ponen fácil para llegar al centro”, agrega. Su futuro depende también de la capacidad de reducir gastos, sobre todo el del alquiler de los locales. La ropa que venden en sus cinco comercios de moda para hombre y el sexto mixto la fabrican ellos, aunque también combinan con marcas internacionales, sobre todo italianas. Así y todo, Aragaza está invirtiendo en mascarillas, geles y todo tipo de medidas de protección. La semana que viene abrirá las puertas de la tienda de la calle Santa Anna. Y es que con la entrada en la fase uno de la desescalada se percibe más gente en la calle. Más ambiente. “Las terrazas se notan”, dice. “Me estoy endeudando para salir adelante. Hemos superado el procés ,el atentado y ahora nos queda el virus”, resuelve. /