El turismo extranjero en Girona se mantiene en agosto
tranjero, principalmente holandés, alemán y francés, copa tradicionalmente el 80% de las pernoctaciones. El anuncio del Gobierno hace diez días de abrir la puerta al turismo y la eliminación de la cuarentena a partir del 1 de julio ha sido un revulsivo para el sector. “Sin duda, ha habido un antes y un después. Tras meses de anulación tras anulación y apenas reservas, ahora hay establecimientos que registran hasta 30 peticiones diarias”, explica Miquel Gotanegra. Aun así, las ocupaciones están a la mitad que hace un año. El sector constata que las reservas de los extranjeros para el mes de agosto se han mantenido mayoritariamente a pesar del estado de alarma, pero no así las del mes de julio ante la incertidumbre generada por la pandemia. “El público europeo no está acostumbrado a hacer sus reservas a última hora y ante las dudas, muchos ya habían reorganizado sus viajes”, afirma Gotanegra. Lo que no parece ser una amenaza son las declaraciones de una ministra francesa que invitaba a sus compatriotas a no viajar al extranjero y en particular a España. Gotanegra explica que el cliente de camping es muy fiel y que algunas familias llevan más de dos décadas veraneando en el mismo lugar. En algunas zonas del norte de la Costa Brava como Roses, el francés representa casi la mitad de la clientela.
Para garantizar la seguridad de los visitantes, los campings de Girona han impulsado un plan que incluye medidas como el refuerzo de vigilancia en zonas infantiles o el incremento la frecuencia de limpieza de espacios compartidos. El camping Trillas Platja Tamarit ha optado por ampliar la zona de césped de la piscina para distanciar las hamacas y controla que no se produzcan aglomeraciones en los baños.
En Girona, de entre todas las modalidades de alojamientos posibles para pasar las vacaciones, van especialmente buscadas las casas de turismo rural. Los alojamientos para julio y agosto se encuentran al 80% de ocupación media, cifra parecida a la de hace un año. Las reservas se han disparado este mes de mayo y algunas casas, como la que regenta Ramon Corominas en Serinyà (Pla de l’Estany), han colgado ya el cartel de completo para este mes de julio y tiene todos los fines de semana de junio llenos.“Los puntos fuertes del turismo rural; básicamente que son establecimientos pequeños, alejados de masificaciones y en contacto con la naturaleza nos está beneficiando”, explica Teresa Vilà, gerente de la Associació Turisme Rural Girona, convencida de que el turismo rural será de los primeros en recuperarse. El 80% de los clientes son familias de Barcelona.
La gerente de la asociación, que agrupa unas 300 casas y 2.500 plazas,
Las reservas en casas del norte son igual que hace un año, en el sur hay margen de mejora
Aforos limitados en baños y zonas infantiles para evitar masificaciones
explica que esta crisis ha generado una “nueva oportunidad”, la del cliente de la provincia de Girona que optará por pasar sus vacaciones en su territorio. La familia Petit-Cabarrocas, de Girona, está valorando la opción de pasar una semana en un alojamiento de la zona. “Coger un vuelo ahora no me genera mucha confianza, prefiero un entorno tranquilo, cercano y seguro”, explica Sílvia Cabarrocas. También las casas se preparan para reforzar las medidas de higiene. En Girona, tendrán manteles de un solo uso y eliminarán los secadores de manos, entre otras acciones.