La Vanguardia (1ª edición)

Besos y abrazos con MMS

Investigad­o un encuentro con 100 personas en Balaguer para protestar por el confinamie­nto

- JAVIER RICOU Lleida

Encuentro de besos y abrazos sin mascarilla, porque si no, no vale. Recuperemo­s la libertad que pretenden quitarnos con la excusa de un bichito. Tendremos a punto el antídoto por si ese bichito salta loco de contento de un participan­te a otro. Políticos, policías y militares quedáis invitados. ¡Venga que os gustará!”.

Convocado y hecho. Un centenar de personas se reunieron este fin de semana en Balaguer para participar en una fiesta de besos y abrazos animados por Dulce Revolución, asociación que reniega de la industria farmacéuti­ca y defiende las plantas medicinale­s y remedios naturales.

El maestro de ceremonias fue Josep Pàmies, un agricultor bautizado como “el embaucador de la lejía” y hoy en el punto de mira de las autoridade­s sanitarias por su férrea defensa del clorito de sodio (un desinfecta­nte parecido a la lejía conocido como MMS) como remedio para muchas enfermedad­es. Entre ellas, el coronaviru­s. Así que en esta fiesta de besos y abrazos los asistentes se rociaron de MMS, confirmó ayer el propio Pàmies en declaracio­nes a La Vanguardia, para demostrar que ese desinfecta­nte protege del virus.

El Col·legi de Metges de Lleida “deploró” ese encuentro y pidió sanciones. Considera que ese acto, sin ninguna medida de seguridad, “pone en riesgo la salud de toda la comunidad”. Algo que no parece preocupar a Pàmies. “Nadie puede prohibirno­s estar juntos”, sentencia al informarle de que Salut ha notificado el hecho a Interior por si pudo infringirs­e en ese encuentro la ley de Salud Pública. Lo que está claro es que la concentrac­ión de cien personas (admitida por los organizado­res) vulnera la norma del estado de alarma que prohíbe reuniones de más de diez personas en la fase 1. Es la etapa en la que está Lleida, que ayer no avanzó casilla por la aparición de diversos brotes.

“Son normas injustas de un sistema que no protege a sus ciudadanos y vendido a las farmacéuti­cas., además de fomentar el miedo, lo que reduce las defensas del sistema inmunológi­co”, reitera Pàmies.

La fiesta de abrazos y besos con MMS fue anunciada una semana antes por el propio Pàmies en sus canales, otra muestra del poco miedo de este agricultor a las sanciones. Pero nadie advirtió esa convocator­ia, por lo que la noticia, adelantada ayer por el Segre, se supo con el evento ya celebrado.

Así lo manifesta el alcalde de Balaguer, Jordi Ignasi Vidal, que tras conocer la noticia puso los hechos en conocimien­to de Salut y los Mossos. “También voy a mandar una carta a Josep Pàmies para que dé su versión”, anunció Vidal. El alcalde confirmó que la Urbana pasó el sábado por la tienda de esta asociación en su vivero de Balaguer. “Fue durante un servicio rutinario, pero allí no detectaron nada extraño, ni tuvieron conocimien­to de la convocator­ia”, añade el alcalde.

La fiesta se hizo junto al río Segre.

Pàmies propone el MMS para luchar contra la Covid-19 desde finales de febrero. Ha enviado cartas a Donald Trump y el Papa (el Vaticano le ha respondido que este es un tema de gobiernos) para que le ayuden en su campaña. El presidente de EE.UU. no ha contestado, pero días después del envío de esa misiva apuntó que habría que investigar si el coronaviru­s podría evitarse bebiendo desinfecta­nte. ¿Casualidad? Ambas cosas han coincidido en el tiempo.

Este agricultor también reconoce haber repartido de forma gratuita estos meses “quinientos litros de MMS entre los socios de Dulce Revolución y sanitarios, policías o militares que lo han pedido”. Y asegura contar con veinte voluntario­s “para contagiars­e y demostrar la efectivida­d de este remedio”.

Josep Pàmies ha denunciado al Govern tras imponerle una multa de 600.000 euros después de afirmar que el MMS también cura el autismo. Y el Col·legi de Metges de Catalunya lo ha denunciado ante la Fiscalía por su insistenci­a en asegurar que el clorito de sodio cura el coronaviru­s. Nada de eso parece detenerle en su obsesiva cruzada.

Pàmies envió una carta a Trump antes de que el presidente hablara de beber desinfecta­nte

El Col·legi de Metges de Lleida pide que haya sanciones al jugar con la salud de todos

 ?? MERCÈ GILI ?? Josep Pàmies en su vivero de Balaguer, con una botella de MMS, que se toma mezclado con agua
MERCÈ GILI Josep Pàmies en su vivero de Balaguer, con una botella de MMS, que se toma mezclado con agua

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