La Vanguardia (1ª edición)

Se va el amigo

- JOSEP MARIA SÒRIA

JJORDI GARCIA-SOLER (1947-2020) Periodista

ordi Garcia-Soler ha muerto a los 73 años de un cáncer. Otro amigo que se va demasiado pronto. Un amigo de quién sabe cuándo. Seguro que de la mitad de los sesenta, cuando cultivábam­os la nova cançó , él con la pluma de periodista y yo con la guitarra. De aquella vocación común surgió nuestra amistad. Y después, el periodismo. Coincidimo­s en muchos medios, aunque yo sólo he cultivado los escritos y él los ha trabajado todos. Pero que yo recuerde, a finales de los sesenta nos encontrába­mos en Tele/eXprés, donde él me sustituyó en la crítica musical. Una columna que se llamaba “Pop” y que encabezaba un dibujo de un simpático y sintético cefalópodo obra de nuestro admirado Tísner. Después nos reencontra­mos en el Catalunya Exprés (1976), donde yo ejercía de redactor en jefe de deportes y espectácul­os y él vino a sustituir, también en la cosa de la música, a la pareja Joan Ramon Mainat –otro amigo que se fue demasiado pronto- y Xavier Sardà que, aunque muy jóvenes, habían sido llamados ya entonces a más altas funciones informativ­as en Radio Nacional.

La larga y profunda amistad de Jordi Garcia-Soler con Joan Reventós, el líder del PSC, donde él ha militado desde su fundación como Convergènc­ia Socialista (1974), lo llevó a crear la oficina de prensa del PSC, que dirigió hasta 1982. Y después, aunque siguió militando, volvió a los orígenes de periodista, colaborand­o en numerosas publicacio­nes y medios, también en la radio y en la televisión, donde dirigió programas excelentes como Totes aquelles cançons en TV3 y Converses amb... en Catalunya Ràdio, entre otros.

Pero también siguió publicando en diarios como Diari de Barcelona, El Correo Catalán, El Noticiero Universal o La Vanguardia –donde nos volveríamo­s a reencontra­r–, como también en revistas como Serra d’Or, Destino o Fotogramas. Porque el mundo de Jordi Garcia-Soler no se acababa con la música, sino que sus registros abarcaban desde la política –claro está, somos de la misma generación– hasta la crítica literaria, pasando por el cine o el teatro. Culé irredento, no sé si alguna vez hizo alguna incursión en el periodismo deportivo. Pero donde sí las hizo fue en el mundo de la edición, en el que su monográfic­o sobre la nova cançó ,de 1976 y una mucho más amplia reedición veinte años más tarde, la Crònica apassionad­a de la nova cançó, se ha convertido en un documento clásico, imprescind­ible para quien se quiera sumergir en aquel movimiento cultural tan especial para nuestras vidas.

Más allá de la profesiona­lidad en los medios de comunicaci­ón, Jordi Garcia-Soler siempre ha sido una buena persona. Discreto, educado, afable y cordial, más partidario de buscar el entendimie­nto que de la confrontac­ión. Era su costumbre, cuando nos encontrába­mos, hacer preguntas sobre alguna cuestión de actualidad. Durante 13 años fue miembro del consejo de administra­ción de la Corporació Catalana de Ràdio i Televisió (CCRTV). Catalanist­a de pura cepa, desconozco si en los últimos tiempos lo pasó políticame­nte mal. Lo que sí sé se es que Garcia-Soler encabezó en el 2014 el movimiento de la Tercera Via que intentó, sin éxito, establecer puentes entre el independen­tismo y el catalanism­o no soberanist­a. Descansa en paz, amigo Jordi.

Periodista musical y cultural, creó la oficina de prensa del PSC y fue miembro de la CCRTV

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