La Vanguardia (1ª edición)

El virus no ha perdido virulencia aunque los casos sean más leves

- MARTA RICART / ANA MACPHERSON

El virus SARS-CoV-2 no es más débil aunque en las últimas semanas en hospitales como los españoles vean menos casos y de menor gravedad que los que atendían en marzo o abril. Así lo han advertido diversos expertos.

La hipótesis que el virus se debilita la lanzaron médicos y virólogos italianos. Médicos de hospitales españoles han confirmado que los casos que ven ahora son, la mayoría, más leves (muchos ya ni llegan al hospital). Fernando Simón, el epidemiólo­go del Ministerio de Sanidad,

reconocía el viernes que incluso son más leves entre las personas de edad avanzada. Los datos de Sanidad reflejan que casi ya no hay ingresos en la UCI. Pero, Simón no lo atribuyó a que el virus sea más benigno. Otros colegas, tampoco.

“Que veamos menos casos y menos graves no significa que el virus se haya vuelto menos agresivo. No creo que sea así”, afirmaba ayer Tomás Pumarola, jefe de microbiolo­gía del hospital Vall d’Hebron. Coinciden con él los jefes de enfermedad­es infecciosa­s de su centro, Benito Almirante, y del hospital de Sant Pau, Joaquín López Contreras. Éste opinó que si proliferar­an mucho los casos, segurament­e habría de nuevo graves.

Los expertos de la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS) Maria Van Kerkhove y Michael Ryan aseguraron el lunes que “nada ha cambiado” en la transmisib­ilidad del virus (cada infectado contagia de media a dos personas) ni de su gravedad (un 20% de infeccione­s son graves). Añadieron que hay muchos estudios de la genética y no han observado que haya mutado a un virus menos patógeno.

Pumarola explicó que el virus varía (aunque mucho menos que los de la gripe) y en el laboratori­o se han visto variedades menos agresivas, pero no se sabe cuánto circulan. Afirma que faltan datos para asegurar cómo evoluciona­rá el virus pero, para su adaptación a su entorno (su superviven­cia), no necesitarí­a aún mutar si solo ha infectado a alrededor del 5% de población.

Entonces, ¿por qué hay menos casos y los que se ven son más leves? Según los médicos, por el curso de la ola epidémica, de aumento de casos primero y posterior reducción debido a la atención sanitaria y a las medidas de control (cuarentena­s, confinamie­nto, mayor higiene y distancia física). Porque ya ha afectado a parte de la población más vulnerable y ahora está más protegida. Y porque ahora se detectan casos leves o al inicio de síntomas (antes sólo los graves). Se estudia aún si hay elementos del virus que inciden en la bajada de contagios.

Los expertos avisan que el virus puede seguir causando brotes en verano, aunque Almirante apelaba ayer en RAC1 a no tener miedo de recuperar la normalidad; cree que en espacios abiertos ni es necesario usar la mascarilla. Pero no hay consenso en si es un virus estacional (y volverá en invierno) ni en cómo se comporta con el calor, aunque parece que dificulta su transmisió­n. Un estudio de investigad­ores del Clínic-IDIBAPS indicaba ayer que el virus se propaga más cuanto menor es la radiación solar y mayor la densidad poblaciona­l.

La OMS ha advertido que “nada ha cambiado” en la transmisib­ilidad y la gravedad del virus

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