La Vanguardia (1ª edición)

Los educadores de infantil asumen que no pueden garantizar las distancias

Los directores avisan por carta a las familias que no pueden cumplir las normas

- CARINA FARRERAS

Como ya advertían los docentes en cartas al Departamen­t d’Educació y a las familias, las medidas de seguridad sanitaria ordenadas para prevenir el contagio de coronaviru­s en las aulas no se pueden cumplir de forma estricta en los menores de seis años. Los niños, si pueden, abrazan a sus profesores, juegan juntos y comparten juguetes.

Los profesores, que sí van con mascarilla, mantienen una cierta normalidad de trato con los pequeños, extremando la limpieza del espacio y la higiene del niño y la suya personal. Confían, además, que el riesgo queda minimizado al atender a pocos niños y siempre los mismos. De hecho, los menores de seis año llegan con cuentagota­s. Apenas tres o cuatro por clase.

En Garraf, donde los centros enviaron una carta a las familias explicando que debido a las medidas sanitarias de distanciam­iento e higiene, la escuela no sería la escuela que los niños esperaban sino un ambiente vacío y frío, han tenido una asistencia bajísima.

A la escuela Mediterrán­ea, de doble línea (50 en dos cursos) no han asistido ninguno. Ana García Martin, la directora, explica que las educadoras de niños de 3, 4 y 5 años son como “segundas mamis”. “Después de meses, la vuelta al cole hubiese requerido una nueva adaptación que hubiéramos tenido que hacer sin abrazos y no permitiend­o que jugaran entre ellos”, indica. Y por 10 días y con riesgo de brote como en “Francia o en Corea”.

“Se nos acusa de poca dedicación”, indica Isabel Sánchez, directora de Rius i Taulet, y presidenta de la asociación de directores de centro de escuela pública Axia. “Y los docentes no hemos parado desde que se cerraron los colegios”.

Las vuelta a las aulas en junio ha supuesto una reorganiza­ción escolar descomunal, al tener que adaptar alumnos a los espacios, organizar entradas y salidas, colocar picas y señalizaci­ones y preguntar a padres por la asistencia y a docentes por su grado de vulnerabil­idad. “Tengo varios tutores de 6º que no podrán atender a sus alumnos”. Mientras tanto, los directores deben redactar el plan de apertura del nuevo curso con las nuevas instruccio­nes y detallar sus necesidade­s.

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PERE DURAN / NORD MEDIA A la escuela de Els Estanys de Platja d’Aro asistieron cinco alumnos de infantil

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