Yo, yo, yoga
Spiritual friends
Dirección, coreografía e interpretación: Núria Guiu Sagarra.
Foto y video: Alice Brazzit. Lugar y fecha: Teatre Grec (22/ VI/2020)
Núria Guiu es cuerpo y mente, es intérprete y coreógrafa, es dramaturga, curator, ensayista. En el fondo del espectáculo que acaba de presentar en el CCCB, Spirituals Boyfriends, late una interesante exposición sobre los significados vinculados a posturas y gestos, o sobre la relación entre cuerpo y sentido, entre determinadas poses sociales y la mirada que posamos en ellas, entre la espiritualidad (o no) del cuerpo y la mercantilización (que sí) de cualquier tipo de transcendencia. El cuerpo es erótico, y el poder tiene muuucha erótica: lo que va del uno al otro está en este relato del yo, yo, yoga (y siempre yo) que es Spiritual friends.
Para el proyecto curatorial, la selección de imágenes ya estaría hecha. Y el relato que las une, también. Por supuesto todo cobra más sentido con el cuerpo de la artista encarnándolas en paralelo, como otra de sus capas, pero veo en los coreógrafos de su generación un nuevo tipo de artista que se dobla antes en crítico que en empresario. La producción será siempre un límite (hasta aquí llegamos), mientras que la mirada crítica es un inteligente punto de partida (lo que somos es una creación). Guiu es una mezcla de Sònia Gómez, de Pere Faura y de según qué momentos metaartísticos y de reflexión antropológica de la Societat Doctor Alonso. Juega con la autoficción narrativa (que puede ser inventada, por supuesto), con el humor, con el sentido social y/o transcendente de los gestos más banales y las tradiciones “coreográficas” menos prestigiadas, e incluso con la tecnología incorporada como artesanía y con resultados poéticos, pero todo ello como quien no hace nada y con la potente presencia escénica de una intérprete que canta, se mueve, habla y, sobre todo, piensa. Olé por ella.