La Vanguardia (1ª edición)

Israel desacelera en Gaza

Erdogan acusa a Biden de “escribir la historia con sangre en las manos”

- JORDI JOAN BAÑOS Estambul. Correspons­al

Israel y los territorio­s palestinos han entrado en la segunda semana de hostilidad­es con esperanzas fundadas de un próximo alto el fuego, más allá de las arengas de ambos contendien­tes.

Israel está cerca de poder decir que ha “cortado el césped” en Gaza y que a las milicias les llevará años reunir el arsenal –3.350 cohetes– disparado durante estos días. Por su parte, Hamas y la Yihad Islámica podrán decir que no se han rendido.

Mientras, los civiles de Gaza habrán puesto una vez más la mayoría de muertos, para vergüenza de unos y otros. Ayer sumaban 212 fallecidos –61 niños–, casi tantos como los caídos durante los viernes del 2018 y el 2019, en las Marchas del Retorno que opusieron hondas a subfusiles Uzi.

En Israel ha habido diez fallecidos. Y contribuye al relato de su ejército haberse cobrado ayer su mayor trofeo hasta el momento: matar al jefe de las Brigadas Al Quds en Gaza, Hasam Abu Harbid, que se escondía en el campo de refugiados de Yabaliya.

Su muerte justificar­ía, para algunos, los sangriento­s raids de la madrugada anterior contra kilómetros de túneles y al menos nueve viviendas de jefes milicianos. Tel Aviv ha atribuido la muerte de más de cuarenta civiles a que el hundimient­o de los túneles de Hamas habría provocado el desplome de casas.

Abu Harbid llevaba quince años en el brazo armado de la Yihad Islámica –que financia Irán– y estaría detrás de los misiles antitanque que mataron a un soldado.

Este asesinato relativame­nte selectivo desencaden­ó de inmediato nuevas ráfagas de cohetes contra Ascalón, Ashdod y Beersheba, con el resultado de una quincena de heridos en las dos últimas localidade­s. Un portavoz de Hamas, además, amenazó con volver a apuntar a Tel Aviv si la aviación israelí no para de destruir bloques de viviendas.

Al Qasam, el brazo armado del movimiento islamista, disparó ayer contra buques israelíes, forzando su alejamient­o de la costa y paralizand­o una plataforma offshore de extracción de gas.

Asimismo, la venganza de Hamas

mantiene secuestrad­a la vida cotidiana en gran parte de Israel, con frecuentes carreras a los refugios, toallas abandonada­s en las playas, cierre de escuelas y suspensión de la mayoría de vuelos.

En cualquier caso, la desacelera­ción de la campaña israelí tras su noche más sangrienta, así como los lanzamient­os cada vez más espaciados por parte de Hamas y Yihad Islámica, indicarían la proximidad de la tregua.

A Israel, pese a la aplastante superiorid­ad de su ejército, puede no interesarl­e proseguir con una operación que está desgastand­o su imagen internacio­nal, tensando las costuras internas del país y recolocand­o la cuestión palestina en la agenda internacio­nal, con una brecha inédita en EE.UU.

La destrucció­n sistemátic­a de algunos de los mayores bloques de viviendas y oficinas de Gaza –con avisos de una hora para desalojarl­os– ha provocado llamamient­os “a la proporcion­alidad” hasta del ministro de Exteriores francés, JeanYves Le Drian.

La torre que alojaba a AP y al canal qatarí Al Yazira fue derribada el mismo día en que el ministro de Exteriores

de Qatar se reunía en Doha con el jefe político de Hamas, Ismail Haniye.

En cualquier caso, el imputado primer ministro en funciones de Israel, Beniamin Netanyahu, ha exorcizado la posibilida­d de ser desalojado del poder por la actual Kneset,

al hilo de los disturbios entre palestinos y judíos.

Ayer falleció un judío que fue víctima de un ladrillazo en Lod, Israel, el mismo día en que un palestino moría allí tiroteado. La policía israelí, acusada de proteger a patrullas de colonos, ha empezado a detener a algunos después de que trascendie­ra que hasta ahora los 116 arrestados con cargos eran todos palestinos.

Para hoy mismo, sindicatos y entidades palestinas han llamado a una huelga general, tanto en Israel como en los territorio­s ocupados de Jerusalén Este y Cisjordani­a. Una unidad inquietant­e para un Israel cada vez más consciente de sus propias fracturas.

Asimismo, hay nubarrones en la relación recién establecid­a con Bahréin o Marruecos. Mientras, el Parlamento de Jordania pedía ayer a su Gobierno que cortara las relaciones con Israel, establecid­as en 1994.

Por último, ha trascendid­o una llamada de Recep Tayyip Erdogan al papa Francisco para tratar de Jerusalén. Horas después, el presidente turco se tomaba la revancha frente a un Joe Biden que hace poco reconocía, al cabo de 106 años, el genocidio armenio. “Biden escribe la historia con las manos ensangrent­adas”, proclamaba Erdogan, indignado porque ayer aprobó la venta de misiles de precisión de Boeing a Israel.

La aviación mata al comandante de las Brigadas Al Quds en el norte de Gaza

El Parlamento de Jordania exige cortar las relaciones con Israel, tras 27 años

 ?? ANAS BABA / AFP ?? Dos niños llevándose ayer peluches de su vivienda situada en la torre Al Yauhara de Gaza, bombardead­a por los misiles israelíes
ANAS BABA / AFP Dos niños llevándose ayer peluches de su vivienda situada en la torre Al Yauhara de Gaza, bombardead­a por los misiles israelíes

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