La Vanguardia (1ª edición)

La princesa ‘influencer’

Victoria de Saboya ha ganado notoriedad tras convertirs­e en aspirante al inexistent­e trono de Italia

- ANNA BUJ Roma. Correspons­al

En el 2019 Victor Manuel de Saboya, el hijo del último rey de Italia, le hizo un regalo inusual a su nieta cuando cumplió 16 años: abolió la ley sálica para convertirl­a en la primera mujer heredera a un trono inexistent­e.

Se trata de Vittoria Cristina Chiara Adelaide Maria, o Victoria de Saboya, que ahora tiene diecisiete años, una joven que vive y estudia en París, y a quien su padre llama cariñosame­nte rock and roll princess. Con casi 50.000 seguidores en Instagram en su país ya se la ve como la princesa influencer, y sueña con algún día fundar su propia marca de moda a la vez que liderar la histórica casa de los Saboya. Italia no tiene rey desde que el 2 de junio de 1946 sus ciudadanos votaron masivament­e en un referéndum abolir la monarquía, y desde entonces no parecen haber mostrado ningún interés en restaurarl­a. Poco después, en 1948, la Carta Magna decidió prohibir la entrada de los herederos de la casa real en el territorio nacional, hasta que Silvio Berlusconi derogó esta cláusula en el 2002.

“Fue el mejor regalo que podría haberme dado”, dijo la aristócrat­a sobre su corona –simbólica– en una entrevista reciente a The New York Times. Ella es la mayor entre las hijas de Manuel Filiberto de Saboya, hijo de Víctor Manuel, que conserva el título honorario de príncipe de Venecia, y de la actriz francesa Clotilde Courau, a quien el heredero conoció practicand­o esgrima en un evento organizado por otro primo real, Alberto de Mónaco. Manuel Filiberto es muy conocido para los italianos después de haber ganado notoriedad en los platós de Bailando con las estrellas y participar en la Isla de los famosos. En la actualidad el príncipe está creando una serie parecida a The Crown sobre su abuela, la reina Maria José, un modelo a seguir para Victoria. Viviendo a caballo entre Ginebra y su casa en Umbría, el último negocio de Manuel Filiberto fue una cadena de food-trucks en Estados Unidos que vende pasta italiana con el nombre Prince of Venice.

Su hija parece haber mostrado interés en la vida pública y hace unas semanas publicó un vídeo dirigido al presidente de Francia, Emmanuel Macron, para liderar las protestas de los estudiante­s de las escuelas privadas francesas por tener que hacer exámenes presencial­es, a diferencia de los centros públicos. El vídeo muestra a la joven hablando con soltura, y su padre cuenta que la ayudó a evitar algunas expresione­s demasiado informales. Pero por el resto sus redes parecen señalar que lleva una vida alejada de los focos, y cuelga fotos posando con diferentes modelos como haría cualquier otra chica de su edad y estatus social.

Ahora la princesa está totalmente concentrad­a en la selectivid­ad y en prepararse para mudarse al Reino Unido, donde a partir del próximo curso estudiará Economía, Marketing y Arte en la Universida­d de Londres. “Lo que queremos su madre y yo es que termine los estudios. Estoy muy orgulloso de ella”, asegura a este diario Manuel Filiberto. Dice que para la joven llevar el peso de la casa es todavía algo muy “abstracto”, y empezarán a prepararla más adelante, una vez fallezca su abuelo y su padre lleve la jefatura de la familia. Les gustaría que fuese conocida por su papel en la dinastía o proyectos de beneficien­cia. Por el momento está realmente interesada en la moda, disfruta de su “estilo propio”, pero todavía “se está buscando”. “Sea lo que sea que elija, la apoyaré”, promete su padre.

Victoria de Saboya no parece prestar mucha atención a sus detractore­s, la rama rival del clan, los duques de Aosta. El príncipe Amadeo de Aosta reclama que él es el legítimo heredero al trono que no existe, y él defiende que la ley sálica no puede ser modificada hasta que se restaure la monarquía, si es que algún día se restaura. Sus quejas tienen un motivo: su hijo, el príncipe Aimone, tiene dos hijos varones, por lo que no tienen ningún interés en cambiar las normas de sucesión. La pugna entre ambos linajes les ha llevado a pelearse, literalmen­te. Es bien conocido que en la boda de los Reyes de España en el 2004, Víctor Manuel y Amadeo terminaron a puñetazos tras la cena privada en el umbral del palacio.

Pese al percance, Víctor Manuel presume de su vínculo con Felipe y Letizia y sugiere que podría nacer una bonita amistad entre sus hijas mayores, con edades muy parecidas, visto que ambas estudiarán en el Reino Unido. “Espero que Leonor y Victoria se encuentren, porque siempre he tenido un gran respeto por los Reyes”, dice Manuel Filiberto. “Veremos donde les lleva la vida, pero sería muy bonito”.

La joven estudiará el año que viene en el Reino Unido, y su padre desea que se haga amiga de Leonor de Borbón

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