Esquerra y Junts pactan un Govern de coalición tras meses de discrepancias
Aragonès y Sànchez desencallan la negociación en un fin de semana maratoniano
Cuento acabado. Esquerra Republicana y Junts per Catalunya ya tienen sellado un acuerdo de Govern que se ha resistido tres meses por culpa de unas negociaciones tediosas. Jordi Sànchez dijo hace diez días que el pacto, alcanzado al final este domingo, estaba casi cerrado y que lo que faltaba era “confianza” entre los dos actores para materializar la coalición. Eso fue lo que restañaron Pere Aragonès y el secretario general de JxCat este fin de semana después de haberse dado por rotas las negociaciones unos días antes y haberse reencauzado tras la llamada a la orden exprés de la CUP.
Pero no solo era una cuestión de confianza lo que separaba a ambas formaciones. Había una serie de escollos que se superaron entre el sábado y domingo con reuniones de los dos dirigentes de cada partido en las que una suerte de ley salomónica coadyuvó para evitar la repetición electoral que amenazaba en el calendario, con el 26 de mayo como fecha límite. El primero, la voluntad desde el 7 de mayo de ERC de solo negociar para obtener el apoyo para un Govern en solitario. Pero quizá, junto a la del papel del Consell per la República, una de las cuestiones más espinosas era quién se hacía con la gestión de los fondos europeos. Al final, ni para uno ni para otro: los fondos de reconstrucción dependerán de Economia (en manos de Junts), pero las decisiones las tomará una comisión interdepartamental con la participación del president y todos los consellers.
El pacto de 46 páginas, presentado ayer en los jardines del Palau Robert, en Barcelona, y de cuyos avances ya informó ayer La Vanguardia, debe ser validado ahora por la militancia posconvergente en una consulta que se celebrará entre esta noche y mañana a mediodía, y por el consejo nacional de los republicanos. Sin embargo, Sànchez garantizó ayer durante la comparecencia que en ningún caso se volverá a votar en julio ya que si sus afiliados tumbaran el acuerdo para el ejecutivo compartido –una opción que no ve probable el dirigente de JxCat– se avalaría la investidura de Aragonès para que gobierne en solitario.
Lo que hubo en esos conciliábulos del fin de semana entre Aragonès y Sànchez, que se mantuvieron en un plano muy discreto –en JxCat solo tenía constancia de ellos Carles Puigdemont–, es una serie de cesiones en cada ámbito para desatascar la negociación.
JxCat garantiza la presidencia al líder republicano aunque las bases tumben la entente
A saber, el Consell per la República, cuya sombra ha estado siempre presente en la negociación, queda por ahora al margen de la dirección estratégica del procés, y solo después de la reformulación prevista del organismo de Waterloo es posible que el ente que han acordado crear para coordinar y evaluar la estrategia ERC, Junts, la CUP, Òmnium y la ANC se “incruste” en el Consell. La mesa de negociación entre los gobiernos español y catalán marcarán la estrategia a seguir tras evaluar en el 2023 sus frutos respecto a la amnistía y la autodeterminación, como pactó Esquerra con la CUP, y la continuidad de ese espacio de diálogo. En todo caso, ERC y JxCat comparten, en paralelo, “la necesidad de una confrontación cívica y pacífica para forzar al Estado” a asumir sus demandas.
En lo referente a la estructura del próximo Ejecutivo catalán también se ha optado por vías intermedias:
Un nuevo ente dirigirá la estrategia del ‘procés’ a la espera del Consell per la República
habrá 14 conselleries, como querían los republicanos. Pero la fotografía final, con algunas salvedades, se parece más a lo que reclamaba Junts, que pedía un intercambio de cromos en las conselleries.
Falta ahora por conocer qué nombres dirigirán dichas conselleries. Solo se da por segura la presencia de Elsa Artadi (JxCat) como vicepresidenta del Govern y titular de Economia i Hisenda, así como la de Laura Vilagrà (ERC) de la nueva
Las decisiones sobre los fondos europeos las tomará una comisión interdepartamental
conselleria de la Presidència, que tendrá más competencias. Lo que sí reveló ayer Aragonès es que el próximo Govern será paritario, tendrá siete consellers y siete conselleres. A priori, a los republicanos les corresponden tres hombres y cuatro mujeres y a los posconvergentes tres mujeres y cuatro hombres.
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